24 Horas España
Por Alberto Peláez / @alberto_pelaez
Ya lo escribí en uno de mis últimos artículos. El DAESH tiene a Israel como campo de experimentación. Es el lugar donde ensayan para, posteriormente, cometer atentados en ciudades como Madrid, Berlín, París o Niza. No es nueva la modalidad del camión que arrasa todo lo que encuentra a su paso, ni el hombre bomba, ni el francotirador; ni incluso animales bomba. Esta última modalidad sólo se ha empleado en Israel. En Europa aún no, aunque no tardará mucho.
Y es que el DAESH tiene mucho más poder, tanto económico como operativo, del que nos imaginamos. Tiene mayor fuerza que la anticuada Al-Qaeda, más que Hamas, que la Yihad Islámica; más incluso que el propio Hezbola, siendo este último enemigo acérrimo del DAESH. No podemos olvidar que la milicia del Hezbolah es chiita, sufragada con dinero de Irán, y el mal llamado Estado Islámico es de corte suniita. Ese es uno de los nudos gordianos de la pugna en el mundo del Islam, algo que a Occidente, de alguna manera, le favorece.
Y de nuevo le ha tocado a Israel, en esta ocasión a Jerusalén. Este fin de semana, un joven palestino –con gran influencia del DAESH– embistió a un grupo de soldados israelíes con un camión. Es la misma técnica que se utilizó en Niza o Berlín. El palestino atropelló sin piedad a diestro y siniestro sabiendo el dolor que iba a provocar.
El grupo terrorista Hamas es el amo de Palestina. Durante muchos años estuvo dominado por el jeque Ahmed Yassin. Tras su muerte por el ejército Israelí, dejó un vacío que tardó poco en ocuparse.
Hamas pudo estar detrás de este atentado. De hecho, la mayoría de los atentados que se realizan en suelo hebreo llevan su rúbrica. Es el máximo enemigo del Estado de Israel, pero no el único. De Hezbolah a la Yihad, hay más de 10 grupos terroristas que desearían borrar a Israel del mapa. Sin embargo, el atentado del fin de semana huele a Hamas, que durante muchos años estuvo sufragado por el régimen tiránico de Sadam Hussein. Lleva su sello pero con la mano alargada del DAESH.
El grupo terrorista del jeque Yassin consiguió amedrentar durante muchos años a Israel con su manera de proceder; una manera rudimentaria, hasta rústica, pero efectiva, muy efectiva. Y lo sigue haciendo. Es el auténtico quebradero de cabeza del primer ministro Israelí Benjamin Netanyahu como lo fue del resto de anteriores presidentes. De hecho, en los últimos meses, han muerto 35 ciudadanos israelíes, casi todos ellos por Hamas.
El DAESH tiene como principal objetivo a Europa y Estados Unidos. Son los cazas europeos –especialmente franceses y norteamericanos– los que golpean una y otra vez las posiciones del Estado Islámico en Siria e Irak. Pero su enemigo también es Israel.
El terrorista llevaba tatuado a Hamas, pero su implicación con el DAESH parece muy cercana. Así lo han dicho incluso las autoridades israelíes.
Y lo malo es que habrá más atentados, tanto en Israel, como en el resto de Occidente. Es la constante lucha entre religiones que se ha vivido a lo largo de la Historia. Las cruzadas y los sarracenos son unas de las muchas pruebas.
