Mientras la dirigencia y la mayoría de diputados priistas reconocen el avance del sexenio de Moreno Valle, Armenta mier señala que el tricolor debe evitar la sumisión
Por Mario Galeana
El sexenio de Rafael Moreno Valle ha dividido al PRI. Señalado por su tibia oposición en el Congreso local y la traición de algunos de sus militantes que respaldaron a candidatos morenovallistas, el tricolor fijó ayer, por separado, una postura sobre la administración del mandatario saliente.
Ayer, mientras la dirigencia estatal del PRI y la coordinación de diputados federales poblanos reconocían la atracción de empresas extranjeras a lo largo del sexenio, el diputado federal Alejandro Armenta Mier ofrecía una rueda de prensa para deslindarse de sus correligionarios, quienes, aseguró, “no deben dar tregua a Moreno Valle”.

Armenta, quien aspira al gobierno de Puebla en 2018, no descartó contender como candidato independiente en los próximos comicios, aunque negó un rompimiento con el Comité Directivo Estatal (CDE) del tricolor.
Poco antes, por la mañana, el presidente estatal del Revolucionario Institucional, Jorge Estefan Chidiac, reconoció la llegada de empresas extranjeras en la gestión morenovallista, como la firma alemana Audi, pero consideró que su gobierno dejaba pendientes en seguridad y combate a la pobreza.
“Sí, efectivamente, el gobernador pudo lograr proyectos detonadores relevantes. Tuvo la capacidad de liderar proyectos y optimizar recursos, pero concentró todo en una zona (Angelópolis, en la capital del estado) y hubo una insensibilidad hacia los pobres”, declaró.

En tanto, el coordinador de diputados priistas en San Lázaro, Víctor Manuel Giorgana Jiménez, calificó al sexenio de Moreno Valle como “regular” y, dijo, “no le trajo a Puebla la transformación anunciada”.
“Fue pobre el desempeño de la administración. Sin meternos al tema político, será recordada esta administración como la de mayor daño hizo a los habitantes de juntas auxiliares”, añadió en alusión al retiro del Registro Civil de las comunidades, iniciativa que fue avalada por el PRI en el Congreso local.
Divididas, las críticas de los priistas ocurrieron un día después de que la bancada del tricolor en el Congreso local evitara hacer señalamientos contra la administración saliente.
De hecho, el diputado priista Francisco Jiménez –quien fijó la postura del grupo legislativo tricolor− resaltó avances en materia de combate a la pobreza, desarrollo económico e inversión extranjera. El legislador local sólo acotó que gran parte de las obras emprendidas por la administración estatal que finaliza el próximo 31 de enero contaron con inversión del gobierno federal que encabeza Enrique Peña Nieto.
A lo largo del sexenio de Moreno Valle, algunos priistas dieron la espalda a su partido y, sin renunciar a su militancia, apoyaron a candidatos panistas. El caso más emblemático es el del ex dirigente Fernando Morales, quien apoyó al hoy gobernador electo, José Antonio Gali Fayad, durante la campaña pasada.
