El investigador de la Ibero Puebla remarcó que el gobierno federal pudo recortar gastos suntuarios de la burocracia o cobrar impuestos reales a las grandes corporaciones e industrias

 

Por Mario Galeana 

La reducción de 50% al salario del gabinete federal y la eliminación de los lujos de la burocracia dorada –como el uso de aeronaves y seguros privados– se traduciría en ahorros de unos 300 mil millones de pesos, aseguró el Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana  Puebla.

El gasto especial al que acceden los funcionarios de primer nivel del gobierno federal equivale a casi cuatro veces los recursos públicos con los que Puebla contará el próximo año: 78 mil 367 millones de pesos.

Para los académicos que integran el observatorio, el gobierno federal mintió. El gasolinazo, aseguró el investigador Miguel Reyes Hernández, no es la única alternativa que la administración de Enrique Peña Nieto pudo haber tomado ante el panorama económico que vislumbra el país, con la caída del peso y la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

Consideró que, además de la restricción de lujos para funcionarios federales, el cobro de impuestos a las grandes corporaciones, como Cemex, podría significar una recaudación importante que aminore el impacto a los bolsillos de los ciudadanos por el gasolinazo.

“Hay grandes corporaciones que apenas pagan 1% de ingresos. Cementos Mexicanos, por ejemplo, llegó a pagar en un año 75 pesos de impuestos. Es una burla. Entonces, una herramienta (para haber evitado el gasolinazo) habría sido bajar los salarios, y la otra es que las corporaciones paguen lo que corresponde”, evaluó Reyes Hernández.

FOTO2

La gasolina, acotó, parece haberse convertido en un lastre de pobreza para la sociedad mexicana. En Noruega, comparó, una jornada de ocho horas de trabajo se traduce en la compra de 100 litros de gasolina; en México, apenas cinco litros.

De hecho, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que la administración federal de Peña Nieto fincó a cada litro de gasolina equivale a unos seis pesos y, con él, las autoridades planean una recaudación de los 300 mmdp.

FOTO3

“Si se eliminara ese impuesto, este cobro, gran variedad de productos bajarían su costo”, sostuvo.

Además, el alza al precio de las gasolinas no ha crecido a la par de la remuneración salarial. En los últimos años el salario mínimo ha pasado de los 73 a los 80 pesos, lo que equivale a un aumento de 9.5%.

“¿Cuánto ha mejorado nuestra calidad de vida, nuestro poder adquisitivo? En tortilla, por ejemplo, antes se podían comprar 5.9 kilos. Ahora podemos comprar 6.1 kilos. El aumento real, efectivo, fue sólo de 200 gramos”, criticó.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *