La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam
Jalando la hebra de Enrique Cárdenas Sánchez, primer rector de la UDLAP entronizado mediante un golpe de mano por don Manuel Espinosa Yglesias —el único mexicano que se ha atrevido a abofetear a un presidente de la república—, el quintacolumnista halló varias perlas en el camino.
La primera es que el impoluto economista era el favorito del PRI para ser el poderoso secretario de Finanzas en el caso de que la senadora Blanca Alcalá Ruiz hubiera llegado a Casa Puebla.
Su posición —cuenta una fuente muy acreditada que pidió la gracia del anonimato— estaba más que apalabrada.
Quizás por eso ahora rumia su derrota mal escribiendo artículos en El Universal, donde, al igual que en Reforma, han perdido la seriedad y los niveles mínimos requeridos de calidad en la prosa de sus colaboradores.
Otro de los aliados de Cárdenas Sánchez, José Antonio Meyer, a la sazón su director de Comunicación Social en la UDLAP, también fue seducido por los priistas desde esos tiempos y no ha dudado en dar pruebas de su lealtad cada vez que se lo piden.
Vea el hipócrita lector una historia que deja en claro que el corazón de José Antonio Meyer, actual director del Instituto de Ciencias de Gobierno y Desarrollo Estratégico (ICGDE) de la BUAP, sigue latiendo por el PRI.
Este personaje puso en riesgo la institucionalidad y el buen nombre del organismo y de la universidad al pervertir el proyecto denominado "Voto Informado", inspirado en un ensayo similar puesto en marcha en la UNAM.
¿Qué hizo Meyer en las campañas electorales de 2016?
Permitió —o quizá propició— que el estudiante Ever González increpara al entonces candidato Tony Gali durante la grabación de un programa de TV que pretendía conocer las propuestas de los aspirantes al gobierno del estado.
Curiosamente ninguno de los otros candidatos a la gubernatura fue interrumpido durante su participación.
El infiltrado tuvo un protagonismo inusitado durante la grabación del programa al hablar una y otra vez sobre temas que no estaban en la agenda de la producción encabezada por Meyer.
No sólo eso: el estudiante se dio el lujo de entrar al improvisado estudio con un celular —cuando estaba prohibido— y grabó hasta el hartazgo su singular escándalo.
Los demás candidatos no enfrentaron provocaciones similares porque ahí sí impusieron reglas más estrictas.
No faltó quien revelara que Meyer y su infiltrado fueron instruidos desde el partidazo para boicotear a Gali.
Otra perla de nuestro personaje apareció cuando el ICGDE —siempre bajo su mando y sus intereses—realizó un sesudo estudio para avalar el desempeño de los diputados locales, a los que calificó de manera sobresaliente sin el menor sustento.
En aquella ocasión compartió créditos con René Valdiviezo Villa Issa, investigador del Instituto e hijo del secretario general de la BUAP.
Fuentes dignas de crédito han sugerido que el famoso estudio fue encargado y pagado con varias sandías y melones.
Esto, faltaba más, daña a la institución a la que dice servir.
No se puede obviar el mal manejo que Meyer ha hecho de los recursos humanos al interior del Instituto.
Primero prescindió de los servicios del brillante José Ramón López Rubí.
Luego ordenó caprichosos cambios en las secretarías Académica y de Investigación y Posgrado.
¿Qué pensará de su director el ex consejero presidente del IFE Leonardo Valdés?
¿Volverá a participar Dieter Nohlen en alguna actividad académica del ICGDE?
¿Qué le pasa a José Antonio Meyer?
¿Será que su chamba en el Centro Espinosa Yglesias le deja poco tiempo para rendir como debe en la BUAP?
Cárdenas y su Amparo Frustrado
Lo que no ha dicho Enrique Cárdenas es que los amparos que interpusieron él y otros poquísimos personajes —en contra del pago de impuestos en Puebla— fueron rechazados en primera instancia por la justicia federal.
En otras palabras: los perdieron.
El mito de los amparos masivos quedó en eso: en un mito genial.
El amparo es un juicio muy complejo porque supone conocimiento de casi todo.
La demanda de amparo de Cárdenas, por cierto, parece inspirada en una página de internet en la que asesoran a los legos y hasta les ofrecen los formatos necesarios para cubrir el trámite.
Es decir: su demanda parece un machote mal hecho y peor fundado.
¡Que Burgoa Orihuela lo redima!
Deloya y el Tañido de la Prensa
Algunos reporteros malversados publicaron que Guillermo Deloya sería exiliado a Tlaxcala luego de un despedido fulminante del ICADEP, del cual es presidente nacional.
No es así.
El autor de la reciente novela “El tañido del tiempo”, basada en la Puebla levítica y en algunos personajes de la misma, está muy lejos de ser defenestrado.
Al contrario.
Prepara actualmente un programa estratégico que será toda una novedad.
