Las Serpientes
Por Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo
Desde hace tiempo en este mismo espacio lo dijimos: todos juegan para el PRI y para el presidente, Enrique Peña Nieto, en el Estado de México, entidad que, todo parece indicar, seguirá conservando el ex partidazo y con esto mantendrá, a pesar de todo, las esperanzas de ganar la Presidencia de la República.
Y es que el hecho de que las más diversas fuerzas políticas desistan de ir a una contienda electoral en bloque, para darle el tiro de gracia al partido tricolor y al peñismo, despierta muchas sospechas.
Bastaba con que se unieran el PAN y el PRD para que de esta forma se pudiera dar una coalición de fuerzas políticas con el suficiente peso para derrotar al tricolor y, de paso, sepultar al peñismo, cuya cuna es precisamente el Estado de México.
El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) bien pudo tratar de hacer el intento de ir en una gran alianza de las izquierdas con el PRD, PT y hasta en una de esas con Movimiento Ciudadano, pero también sospechosamente, como ocurrió en el 2012, Andrés Manuel López Obrador no sólo se negó a ir en coalición, sino que además postuló como candidata a Delfina Gómez Álvarez, ex presidenta municipal de Texcoco, y actualmente diputada federal, personaje que, si bien es cierto tiene fuerza, difícilmente podrá ganar si va sola en contra de la alianza entre PRI, Nueva Alianza, Partido Verde Ecologista y PAS que se conformó en aquella entidad.
Cabe recordar que en 2011 López Obrador tuvo todo para darle el tiro de gracia al peñismo, el cual no hubiera llegado a Los Pinos si El Peje no hubiera boicoteado la integración de una alianza PAN-PRD para enfrentar al entonces gobernador del Estado de México.
López Obrador sabía que si Enrique Peña Nieto ganaba esa elección era un hecho que sería el candidato del PRI a la Presidencia de la República. Pero extrañamente decidió, como parte en ese entonces todavía del PRD, boicotear una posible coalición con Acción Nacional y la condicionó a que Alejandro Encinas, quien había ocupado el puesto de jefe de Gobierno a la salida del Peje, fuera el candidato a la gubernatura.
López Obrador boicoteó la posible alianza PAN-PRD en el Edomex, Peña Nieto se inclinó a favor de Eruviel Ávila para que se convirtiera en el candidato del PRI en dicha entidad, en lugar de su primo, Alfredo del Mazo, y eso cambió el curso de la historia.
Hoy, de nueva cuenta, todos parecen jugar a favor del presidente Peña, el PAN con una candidata a modo, como Josefina Vázquez Mota, tal y como ocurrió en 2012, cuando postularon al ex dirigente nacional del PAN, Luis Felipe Bravo Mena; el PRD irá con el PT, aunque aún no definen quien será su abanderado; y Morena, que prefirió ir solo, en vez de darle el tiro de gracia al peñismo y al priismo.
De esta forma, todo parece indicar que la candidata del PRI al gobierno del Estado de México será la actual secretaria de Educación Pública, Ana Lilia Herrera Anzaldo, quien tiene 70% de la nominación en la bolsa, o el secretario de Gobernación, José Sergio Manzur Quiroga, quien está un paso atrás.
Si el PRI tiene manos libres, sin duda puede ganar, y si gana el Edomex −y sé que muchos no van a estar de acuerdo conmigo− puede volver a ganar la Presidencia de la República. Y si no... al tiempo.
