Diversos estímulos propicia que moscas y peces guppies sean más veloces para reproducirse y tengan mayor descendencia

 

Redacción 

En el Laboratorio de Ecología Evolutiva, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la BUAP, realizan proyectos enfocados al análisis del comportamiento de ciertos animales con respecto al entorno que los rodea, en específico las moscas de la especie drosophila melanogaster, conocidas como moscas de fruta, y los peces poecilia reticulata o guppies.

Palestina Guevara Fiore, profesora investigadora responsable del laboratorio, y Adriana Ramírez Vargas, docente de la Facultad de Ciencias Biológicas, llevaron a cabo un estudio con la finalidad de determinar, a lo largo de varias generaciones, si la selección artificial del forrajeo (búsqueda de alimento) cambiaba el comportamiento general de las moscas.

“Introdujimos a un grupo de moscas dentro de un laberinto, en donde pusimos una fuente de alimento y las más rápidas en encontrarlo las usamos para reproducir a la siguiente generación de moscas, y así sucesivamente”.

Guevara, quien es doctora en Ecología del Comportamiento por la Universidad de Sheffield, en Inglaterra, destacó que después de cuatro generaciones, las moscas descendientes fueron mucho más veloces por sí mismas al momento de encontrar la comida.

“En la evolución lo más importante es el éxito reproductivo de los organismos, y descubrimos que las moscas que eran más rápidas para localizar el alimento también tenían más descendencia”.

 

Estudio en  guppies

Palestina Guevara hizo un posdoctorado en la Universidad de Deakin, Australia, donde trabajó con John Endler, uno de los biólogos evolutivos más importantes a nivel mundial, experiencia que le permitió adquirir los conocimientos necesarios para el estudio de la evolución, en particular, en peces guppies.

“Esta área está relacionada con el éxito reproductivo de los organismos y a través de la aplicación de la ciencia básica investigamos las causas del porqué los machos de esta especie cambian su comportamiento y fisiología cuando han sido infectados por gyrodactylus, gusano parásito que afecta a los peces”.

La académica precisó que estos parásitos provocan repercusiones en diferentes características de los machos, como su coloración, comportamiento durante la cópula y calidad espermática, “si las características sexuales primarias con las que los machos atraen a las hembras están dañadas significa que los peces no se podrán reproducir, aunque tengan muy buena calidad de espermatozoides”, explicó.

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