Las Serpientes

Por Ricardo Morales Sánchez /@riva_leo

En busca de algo para recuperar la popularidad, el PRI va en el Congreso de la Unión por la eliminación de los diputados y senadores de representación proporcional, medida por demás controvertida, de corte populista y que, de concretarse, le ganaría algunas simpatías al alicaído tricolor.

La propuesta es eliminar al menos 100 de los 200 diputados plurinominales que actualmente existen en las cámaras baja y alta, así como a los senadores de representación proporcional, para dejar sólo a los que obtengan la primera minoría en sus respectivas votaciones.

Aunque aún no existe el consenso necesario, seguramente la medida será aprobada en breve, antes de la elección de 2018, pese a que al interior del propio Partido Revolucionario Institucional existen voces a favor y en contra de la medida, la cual reduce las posibilidades de entregar “premios de consolación” a cuadros distinguidos de su militancia o a los compromisos adquiridos con los grandes poderes facticos del país, principalmente las televisoras, la cuales obtienen sus cuotas, como es el caso de TV Azteca, a través de esta medida.

Pero esta disyuntiva es la misma que tendrán en sus manos el PAN, PRD, Morena y demás fuerzas políticas de nuestro país, las cuales utilizaban las pluris como pago de facturas a sus grandes “cuadros” o para saldar cuentas por algún interés creado.

En el caso de la contienda interna panista, por ejemplo, la desaparición de las plurinominales al Senado deja poco espacio para negociar con la dirigencia nacional que encabeza Ricardo Anaya.

En el supuesto caso de que Anaya no sea el candidato en 2018 ¿Qué le pueden ofrecer? ¿Una diputación federal? Ni loco. Lo mismo ocurre con Margarita Zavala Gómez del Campo, la esposa del ex presidente Calderón, ¿qué le van a ofrecer? Sólo la dirigencia nacional de su partido, si es que le llega a interesar. En el último de los casos y suponiendo sin conceder que Rafael Moreno Valle no consiguiera la postulación a la Presidencia ¿Se conformaría con Puebla? ¿Se arriesgaría a ir de nueva cuenta en 2018 en una boleta? Creo que la respuesta lógica es “no”.

Para el PRI las cosas también se complican, sobre todo si esta fuerza política es relegada a la tercera fuerza electoral, como todo indica, aunque gane el Estado de México, gracias a la concertacesión con el PAN, partido que aún no tiene candidato en aquella entidad.

El tema de la desaparición de los diputados de representación proporcional no es un tema menor y es algo que influirá en la elección del próximo año, así como que de manera obligatoria se tengan que dividir en 50% las candidaturas entre mujeres y hombres.

Las diputaciones plurinominales nacieron en 1977 cuando se incorporó el principio de representación proporcional para la integración de la Cámara de Diputados para elegir 100 legisladores a través de dicho principio.

En 1986 se amplió a 200 el número de representantes populares y en 1993 se estableció que ningún partido que tenga el 60% o más de la votación nacional podrá contar con más de 300 diputados, además de que se incluyó la representación proporcional en la cámara de Senadores, para elegir 32  miembros, mediante el sistema de listas votadas en una sola circunscripción plurinominal nacional.

En ese mismo año se estableció que para la distribución de curules por representación proporcional, cada partido político debía obtener como mínimo un 2% de la votación.

En 2014, con la mal llamada “reforma política”, el total de la votación válida emitida para cada una de las diferentes fuerzas políticas aumentó a 3%.

El tema será ahora saber cómo se distribuirán las 100 curules que se mantendrán dentro del principio de representación proporcional y cómo se evitará abrir la brecha entre el número de votos obtenidos por un partido político y la representación en curules que logre en el Congreso.

Con la desaparición de la mitad de los diputados de representación proporcional facilitaríamos el camino para que un partido político logre una mayoría artificial.

Un 35% de los votos podría constituirse en 51% de los escaños, algo que para nuestro país no sería novedad, pues el fenómeno se vivió a lo largo de prácticamente todo el siglo XX.

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