
Carente de vanidad, de reflectores y repleto de realidad y planes, el informe de actividades del alcalde capitalino fue tan poco común como lo es él como político; un ciudadano rindiendo cuentas
Por Guadalupe Juárez
La cultura del esfuerzo y no del privilegio. Luis Banck pareciera resumir con estas palabras por qué él se convirtió en presidente municipal.
No es el político común. El informe no es sobre él, advierte.
El informe tampoco es un sinfín de números y porcentajes de logros. Es un pedazo de realidad, de retos plagados de aceptación.
Seis de cada 10 poblanos creen que viven en una ciudad insegura a pesar de reducir en 48% la incidencia delictiva. Banck enarca las cejas. Los presentes se sorprenden de que hable primero de un diagnóstico y no sólo de logros e inversiones.
Uno de cada dos poblanos en los últimos dos años dejaron de padecer hambre. Lo que significa que aún hay quienes no comen para ir a trabajar o a la escuela, reconoce el edil, quien ha tomado las cifras como punto de partida para sentar las bases de una ciudad modelo sin necesidad de construirla de cero, sino reconstruyendo 485 años de historia de la capital del estado que hoy gobierna y que, asegura, tiene las condiciones para ser una con menos desigualdad social y más oportunidades.
Pero también lanza un reto, el gobierno –los gobiernos, el de él, el de quien sea– no puede solo, necesita de los ciudadanos. Por ello su eslogan, “el siguiente paso lo damos juntos”.
Ni Angelópolis, ni Los Fuertes
El escenario de su informe no es un auditorio repleto con grandes reflectores. El edil decidió trasladar su glosa de resultados al noreste de la ciudad de Puebla, en la colonia Bosques de San Sebastián, la cual –apunta– concentra 25% de la población del municipio.
“Desde aquí, podremos compartir una mirada diferente de Puebla, una mirada que nos permita reconocer cuánto hemos avanzado, pero también cuánto falta por hacer (…) Aquí, los vecinos se reúnen para hacer deporte, para bailar, o para aprender un nuevo oficio. Se reúnen para hacerse fuertes ante la vida, sobre todo, se reúnen para demostrarse y demostrarnos que siempre es posible vencer a la adversidad”, afirma.
Tal vez, sólo tal vez, la palabra adversidad se refiere no sólo a las condiciones económicas del país, quizás se refiere a los retos que ya ha enfrentado como presidente municipal, los mismos que hoy reconoce no tienen una solución simple, como la presencia de ambulantes.
Antes de dirigirse a la presentación de su informe, Banck Serrato encabeza la sesión de Cabildo en el Ayuntamiento de Puebla. Ocho regidores de distintas fuerzas políticas lo reconocen, también le dan a conocer que aún falta por cumplir objetivos, entre ellos el ambulantaje.
El edil se pronuncia con voz fuerte, clara, sin titubeos en una sesión con el cuerpo edilicio; “decir que vamos acabar con el ambulantaje es engañarnos a nosotros mismos”, suelta. Los 23 regidores que presencian su informe callan.
Banck Serrato aclara, “no digo que estoy a favor de la ilegalidad, sino que debemos buscar otros mecanismos para que se regularicen”, agrega. No, no promete lo incumplible, no es un político común.
O tal vez se refiere a los políticos que lo acompañan, a los planes en los próximos años.
¿Quién es Luis Banck?
“A pesar de tener muchos años trabajando en el gobierno del estado y en el estado, hay ciudadanos que se preguntan con razón, por qué no hice una campaña política. ¿Quién soy?
“Brevemente les comparto que soy el segundo de cuatro hijos, estoy casado con Susy Angulo; nuestra hija Sofía, mi mayor orgullo y motivo de felicidad, estudia medicina; el abuelo de mi padre, Miguel Muñoz Ruiz, nació y vivió en Puebla, también puedo platicarles que fue maestro de piano, y que con el paso del tiempo y de su esfuerzo llegó a ser director de orquesta. Sus restos descansan en el panteón de La Piedad.”, dice.
Acepta que de nacimiento no es poblano, pero afirma que ama la ciudad como si así fuera, hasta aprovecha para dar datos que pocos sabrían, incluso si nacieron en la Angelópolis.
“Quizá a muchos les sorprenda saber que Puebla es el segundo municipio del país con más población, que cada año contamos con 10 mil nuevos habitantes. Les doy un dato: la mitad de los municipios del país no tienen 10 mil habitantes, y la ciudad de Puebla crece cada año lo equivalente a una nueva ciudad. Debo decirles también que tenemos grandes fortalezas, la mitad de nuestra población tiene menos de 30 años. También debemos saber que vivimos en el municipio con más escuelas del país, y eso es una fortaleza”.
Cada dato extra es como si lanzara un reto a quienes cuestionan su origen.
“Puebla, nuestra querida Puebla, es Patrimonio de la Humanidad y sigue siendo un referente mundial con la belleza de sus edificios, de su cultura, la tenacidad de su gente y por el ejemplo de progreso, que recientemente se ha escrito.”
Su ADN político tampoco es indudable, por eso menciona al ex gobernador Rafael Moreno Valle y al actual mandatario Antonio Gali Fayad, y añade que aunque no milita en ningún partido político, simpatiza con la coalición que llevó a los dos personajes al poder y realizó las obras que, insiste, transformaron a Puebla: “todos ellos dan cuenta de lo poderoso que puede ser el trabajo alrededor de una visión compartida”.
Pero también destaca más ser un ciudadano, alguien que entiende la pobreza y las carencias sociales.
“Como muchas familias, la mía enfrentó dificultades económicas; quiero decirles que esa experiencia me permitió entender que la adversidad no es un castigo, es una gran oportunidad para decir quiénes somos contra ella y poder crecer. (…) Provengo de una cultura del esfuerzo, no del privilegio, ellos, mis padres, mis abuelos, me enseñaron que las acciones demuestran más que las palabras”.
Cercanía y sensibilidad, una forma de gobierno
El alcalde comparte los sueños de los poblanos y asegura que quiere un gobierno que haga suyas las causas ciudadanas, y para ello –asevera–su administración debe escuchar primero, para luego resolver con oportunidad.
“Les comparto también que tengo dos grandes pasiones en la vida: la primera de ellas es ayudar a que la gente pueda desarrollar su talento. La segunda es demostrar que es posible construir un gobierno ciudadano, en el que la gente pueda confiar. Tuve la oportunidad de recorrer Puebla, de conocerla y enamorarme profundamente de ella, fue así que hice de Puebla mi hogar, mi identidad, pero sobre todo mi patria”.
Por eso sus reuniones con las mujeres, quienes les compartieron sus principales preocupaciones. Por eso sus juntas vecinales para reducir el peligro en los cruceros de la ciudad.
“Quiero decirles que nada es más importante para el gobierno de la ciudad que la seguridad de las familias poblanas. Sabemos que no es entre los ciudadanos más pobres, sino entre los más desiguales, donde se multiplica la violencia y la pobreza”, indica.
En este rubro, Banck Serrato comienza a pedir a los presentes que imaginen una ciudad sin hambre, sin violencia.
Por ello anuncia la construcción de una fábrica de talentos en la junta auxiliar Romero Vargas, para que los jóvenes reciban cursos y becas, con el objetivo de cambiar su entorno de violencia, pobreza y narcomenudeo.
Seguridad
“Mientras las familias se sientan inseguras respecto a su integridad personal, patrimonial, vamos a trabajar sin descanso y a redoblar esfuerzos”, asegura.
Después de la detención de dos agentes de seguridad municipales por presunta protección al crimen organizado, el edil lanza una advertencia: “Reconozco que la mayoría de los elementos de la Policía hacen su trabajo con compromiso y dedicación, son buenos elementos; sin embargo, también lo digo, cuando haya policías que traicionen la confianza que les dio la ciudadanía, actuaremos con todo el peso de la ley”.
Por ello pide que para proteger la capital participen las familias, las empresas, las escuelas, “todos tenemos una tarea que lograr”.
Combate contra el hambre
El hombre que ha combatido el hambre continúa con las cifras y la realidad. 250 mil personas dejaron de padecer pobreza, pero 247 mil siguen sin alimentarse antes de ir a trabajar o estudiar, lamenta.
Banck Serrato afirma que aprendió desde hace mucho que no es posible quedarse cruzado de brazos mientras haya desigualdad, por lo que anuncia un programa único e inédito a nivel mundial –dice– que combata esta carencia.
La idea es aprovechar –relata emocionado– las cuatro mil toneladas de alimentos que cada 24 horas se desperdician e incrementar de 60 mil personas atendidas por el banco de alimentos a 160 mil, en coordinación con la Arquidiócesis poblana y la Universidad Anáhuac.
Realidad, no sólo cifras, no sólo logros. Luis Banck Serrato no es un político común. El informe no es acerca de él.
"Escuchar para resolver con oportunidad"
En su informe, el alcalde Luis Banck presentó las directrices con las que su su gobierno seguirá encaminando a la capital poblana hacia su futuro como Smart City, sustentadas en los logros de su administración y escuchando a la ciudadanía, cuyas principales necesidades fueron botones de pánico, crédito para negocios, campañas para reeducar a los varones a favor de una cultura de respeto a las mujeres, jornadas de salud en su centro laboral y horarios flexibles en el trabajo:


