Las Serpientes
Por Ricardo Morales Sánchez / @riva_leo
El morenogalicismo caería en un muy grave error si cree que de antemano tiene ganada la elección de 2018, la cual será sin duda la prueba de fuego para el grupo en el poder.
Acostumbrados a una serie de victorias que arrancaron en 2010 con la consecución de la gubernatura de Puebla, el grupo que capitanea Antonio Gali, Rafael Moreno Valle y Luis Banck Serrato puede cometer un grave error si cae en excesos de confianza.
Hay factores internos y externos que pueden desencadenarse y convertirse en un verdadero dolor de cabeza si caen en el exceso de creer que con cualquiera se puede ganar la elección.
El panismo tradicional (yunquista) pensó así en 2007, sintieron que tenían en automático ganada la elección a la presidencia municipal de Puebla, ya que el entonces gobernador Mario Marín venía de salvar la cabeza luego del escándalo desatado tras la detención de la periodista Lydia Cacho (Lydiagate).
El Yunque ingenuamente pensó que con 20 puntos de ventaja, con Felipe Calderón en la Presidencia de la República y con un Mario Marín debilitado podía ganar con cualquiera la presidencia municipal de Puebla “hasta con un burro”, se ufanaban en decir. La designación recayó en Antonio Sánchez Díaz de Rivera, quien venía de trabajar como subsecretario de Desarrollo Social al lado de Josefina Vázquez Mota y el resultado fue un desastre. La priista Blanca Alcalá ganó esa elección con 20 puntos de ventaja y se convirtió en la primera mujer en gobernar la ciudad de los ángeles.
Esta experiencia, al igual que lo ocurrido en 2015, debe servir actual grupo en el poder, ya que no con cualquier personaje van a poder ganar la gubernatura, mantener en sus manos las principales presidencias municipales en el estado y seguir con la mayoría en el Congreso.
La elección de 2018 es concurrente; por primera vez en Puebla se votará por presidente de la República, gobernador del estado de seis años, alcaldes de tres con posibilidad de ir a una reelección, diputados locales y federales, también con la misma opción, así como senadores de la República.
Este coctel, atípico, es por sí mismo una verdadera “bomba de tiempo” aderezada por la reforma electoral federal que se avecina, en donde Puebla pierde un distrito a nivel federal y tal vez desaparezcan las plurinominales, al menos 100 en la Cámara de Diputados y las 32 senadurías, además de que pueda proceder una segunda vuelta electoral, propuesta que ya también tiene en su manos el Congreso de Puebla y que fuera uno de los legados del ex gobernador Rafael Moreno Valle.
Otro factor que puede influir y el cual debe de ocupar al morenogalicismo es el crecimiento de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en la entidad, a la par de la caída del priismo en las preferencias electorales, el cual llega a un patético 8% en Puebla capital.
A eso se suma un 24% de indecisos que en este momento aún no definen su voto, pero que generalmente es sufragio “antisistema”que puede poner en aprietos al grupo en el poder, el cual aún tiene que enfrentar los problemas internos con El Yunque, cada vez más beligerante y dispuesto a sacudirse el yugo morenogalicista de la mano de su “príncipe” y caudillo Eduardo Rivera Pérez, pendiente de la aprobación de sus cuentas públicas y de las grandes negociaciones nacionales que pueda hacer Margarita Zavala.
No, el morenogalicismo no se puede dar el lujo de ir con cualquiera a la elección federal del próximo año, los candidatos deben ser de verdad, gente con posicionamiento, con arraigo en las comunidades y con posibilidades de sumar votos, so pena de perder el poder, ante el embate de otras fuerzas políticas.
El camaleónico Manzanilla
Si bien Fernando Manzanilla Prieto es un hombre brillante e inteligente, en su carrera política ya comienza a pesar su pasado “camaleónico”, ya que actualmente coquetea con su cuarto partido político.
En sus inicios, a Manzanilla se le identificó con el PRI, partido al cual pertenecía la administración de Melquiades Morales Flores, con quien trabajó.
Luego Fernando pasó a formar parte de las fila de Convergencia, en la actualidad Movimiento Ciudadano, entidad que abandonó para pasarse al PAN, instituto político que al parecer ya también le dio la espalda, para engrosar ahora las filas de Morena.
La visita de Gali a Teziutlán
El gobernador Antonio Gali pasó todo el fin de semana en Teziutlán. El domingo el mandatario estuvo presente en el informe del presidente municipal José Antonio Vázquez, El alcalde me la pelas, pequeño cacique de la zona.
El lunes encabezó una reunión de trabajo con todo su gabinete en la región, uno de los temas prioritarios fue el de la seguridad pública.
El problema de la visita de Gali es que su estancia se puede interpretar como un espaldarazo a quien buscar perpetuarse en el poder a través de su “amiga” y su hija, ya que El alcalde me la pelas, quiere impulsar a Corona del Rosal para presidenta municipal de Teziutlán y a su hija para diputada local... no pues sí.
Si logra hacerlo, este aprendiz de cacique, sacado de la mismísima Ley de Herodes, entonces sí será cierto que todos “se la pelamos”.
