Por Berenice Martínez
Por lo menos 25% de las empresas pequeñas, medianas y grandes del Valle de Puebla conectadas al Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (Soapap) descargan desechos en el río Atoyac sin cumplir con la norma de sanidad.
Esto implicaría que un total de 10 mil fábricas y negocios de los 40 mil asentados en esta zona de la entidad afectarían el afluente, refirió Verónica Mastretta Guzmán, ex regidora experta en asuntos de medio ambiente y consejera de la asociación civil Dale la Cara al Atoyac.
Para el saneamiento del afluente, la asociación propuso crear un fideicomiso interestatal por 200 millones de pesos proveniente de los 22 municipios que recorre la cuenca, los gobiernos de Puebla y Tlaxcala, industrias y sociedad civil.
El gobernador Antonio Gali Fayad y el alcalde Luis Banck Serrato son responsables de dar el primer paso con la construcción de una planta tratadora de aguas residuales en la Central de Abasto, que descarga 3.5 litros por segundo de contaminantes, indicó Mastretta Guzmán.
Aseguró que en la zona comercial donde se planea construir la planta de tratamiento por 30 millones de pesos, se desechan 17 mil litros de residuos.
“La Central de Abastos sí contamina y mucho pero el tubo es muchísimo más grande, entonces son de juntas auxiliares que vienen atrás y colectores del Soapap que se están metiendo en el tubo de la central”, reveló.
Dale la Cara al Atoyac se ha reunido con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) e instancias estatales que carecen de infraestructura en capital humano.
