FOTO

Quien ha sido presidente del Tribunal Superior de Justicia, alcalde, dos veces diputado federal y una vez legislador local admite que ha estado varias veces “a las puertas de casa Puebla”

Meticuloso, como es su costumbre, don Guillermo Pacheco Pulido se extiende en los conceptos que como buen abogado maneja. No evade temas, pero tampoco se desboca a la hora de enfrentarlos. Él, que ha sido prácticamente todo, admite que le hubiera gustado ser huésped de Casa Puebla. En la charla aparece Andrés Manuel López Obrador. Don Guillermo se apresura a decir que lo respeta como líder social porque su padre ––don Macario Pacheco–– también lo fue, y sabe lo que sufren los líderes sociales. El PRI, su partido, también pasa a revisión. ¿Muerto? Jamás, advierte. Dos personajes más son analizados desde su perspectiva: el presidente Enrique Peña Nieto y el ex gobernador Rafael Moreno Valle.

Mario Alberto Mejía: Usted fue presidente del Tribunal Superior de Justicia, presidente municipal, dos veces diputado federal, una vez legislador local… Ha sido prácticamente todo, don Guillermo. ¿Qué le faltó ser? ¿Gobernador?
Guillermo Pacheco Pulido: Yo me siento tranquilo, satisfecho, porque nunca, y no es modestia, he sido ambicioso. He dejado todo a las circunstancias. A veces —voy a ser un poco presumido— he estado a las puertas de Casa Puebla.

MAM: Dos veces…
GPP: Pero se dan las circunstancias… Por eso siempre he dicho que la política te enseña una cosa: que los vientos te favorezcan, no en altamar, cuando vas llegando a la orilla. Porque cuando vas llegando a la orilla flotan los vientos y te caes. Entonces no me empecino en llegar a ese grado.

MAM: ¿Pero le hubiera gustado ser gobernador?
GPP: Desde luego que sí. Además, ¿por qué me limita? (Risas). Como decía don Fidel Velázquez: “ese ‘gustado’ me suena a pasado.” (Risas). La única forma de no ser es cuando está uno muerto. Eso me lo dijeron los maestros. (Risas).

MAM: ¿Desde cuándo milita en el PRI?
GPP: Desde que estaba en segundo de preparatoria. Hace 55 años, por ahí. Nosotros apoyamos la nacionalización de las empresas eléctricas en el país, en la universidad, y a un hermano y a mí nos tocó capitanear los grupos de ésa época. Después se unieron los demás problemas de las universidades. Afortunadamente siempre hemos tomado la postura de la prudencia, que es muy importante para salvar y pasar todos los tiempos.

MAM: ¿Qué le pasó a su partido? Acaba de cumplir 88 años. Varias veces le han extendido actas de defunción.
GPP: Yo creo que nuestro país siempre ha sido fuerte porque tiene un sistema de fuerzas y contrafuerzas. Yo nunca he creído que un partido pierda o gane. Así como decimos que no hay muertos en política, ocurre lo mismo con los partidos. Cuando dicen “el partido está muerto” yo les digo: “espérate, todavía falta mucho tiempo”. El PRI es un partido actuante que si escoge buenos candidatos y sabe enderezar las naves seguirá moviéndose como cualquiera de los demás partidos. Todos los partidos se mueven, están creados por la Constitución. Tienen su fuerza constitucional. No debemos asustarnos porque fulano diga que está más fuerte o más vivo que el otro. Cuando escucho decir que el partido va a perder las elecciones, me da risa. Yo no me atrevería a decirlo. Una elección es una competencia real, y en esas competencias se mueven muchas cosas. Es como los toros: no es que los toros no tengan palabra de honor, los toros saben moverse. No se puede ser pasivo. Si tuvieras un partido pasivo, pues sí es un partido que va a desaparecer. Pero el PRI no es un partido pasivo.

MAM: ¿Le gusta este PRI? Porque hay distintos PRI en la historia de México.
GPP: No hay distintos PRI. Hay políticos dentro del PRI, y dentro del PRI hay no políticos. Ocurre en todos los partidos. Yo por eso digo que es un político quien tiene ideología. Si en el PRI hay gente que no tiene ideología, pues no es del PRI. Si esa ideología no está basada en principios —no está basada en valores— pues no es del PRI. Todo esto es una lucha de partidos, y los que no son políticos son los que crean las frases esas de que ya se murió. Ésa es la diferencia.

MAM: ¿Quién ha sido, a su juicio, el mejor presidente de México?
GPP: De acuerdo a las circunstancias voy a decir que todavía no nace el mejor presidente. Por una razón: ponerse detrás de un escritorio es muy difícil. El mejor presidente es, como decía un español, “el que les ofrezca algo y mañana llegue a tomar posesión. Mañana mismo exíjanle que les dé la felicidad que les ofreció. Pero a partir de mañana. Al que llegue, exíjanle que les dé la felicidad”. Pero las circunstancias políticas de nuestro país son de mucha pobreza, de mucha miseria. No van a tener un buen presidente nunca. Son miles y miles de pobres.

MAM: Uno de los personajes más polémicos que ha ocupado la presidencia es Carlos Salinas. Usted lo trató. ¿Cuál fue la aportación que hizo el presidente Salinas en su momento? Porque mucha gente lo critica.
GPP: Yo no creo que haya sido el más polémico, partiendo de mis ideas políticas. Yo creo que fue el que hizo una transformación tremenda en el corte histórico de nuestro país.

MAM: Y jurídico…
GPP: Sí. Por eso: jurídico y político. El Tratado de Libre Comercio fue una de las ideas que rompió con esquemas económicos e incorporó a México en el mundo económico. Eso nadie lo había hecho. Está como ahora —no es alabanza—: el presidente Enrique Peña logra a través de un pacto una serie de reformas que van a ser benéficas a nuestro país. Nomás que en el camino le creció el enano y se dificulta que se realicen. Todos los presidentes trabajan por el bien de México. Ninguno es mejor que otro. Echeverría, por ejemplo, fue un hombre de su tiempo, y en su tiempo así se hablaba. Con los gobernadores pasa lo mismo. Cada quien tuvo su tiempo. Moreno Valle, por ejemplo, tuvo muchos buenos aciertos. A lo mejor uno que él no vio, pero le salió, fue el turismo. Yo hace 60 años leí un libro de Benito Solís Luna, que decía: “viene la época del ocio como consecuencia del maquinismo”. ¿Qué es eso? Va a haber ya mucha gente que no trabaja, que va a tener tiempo. El negocio de eso es el ocio. O sea: el turismo. Moreno Valle dio un giro al turismo porque crea muchas fuentes de trabajo. Y en Puebla se han creado muchas fuentes de trabajo.

MAM: ¿Cómo ve a un personaje como López Obrador en el contexto del México actual?
GPP: Raro. Si me lo preguntas así en regla general, yo lo respeto como un líder social. Y lo respeto porque mi papá también fue un líder social y sé lo que padece un líder social. Él —a su estilo y a su manera, y en el México de hoy— es un magnífico líder social. ¿Y sabe qué es lo molesto de nuestro país? Que minimicen a las personas. Yo no he oído que López Obrador hable en contra de México. No he oído a ningún candidato de partido de oposición que hable en contra de México. Si llega a ser presidente de México va a necesitar el apoyo de los mexicanos, a fuerza.

(Continuará)

DSC_7902

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *