Los trabajadores de los corredores gastronómicos de Huexotitla, avenida Juárez y Angelópolis atestiguan incremento en atracos
Por Osvaldo Valencia
En Puebla capital el robo a negocios y comercios, sobre todo gastronómicos, comienzan a tomar fuerza junto al robo de autopartes, al interior de vehículos y el asalto a transeúntes en la vía pública.
Aunque la Red Mexicana de Franquicias ha reconocido que en lo que va del año se han registrado siete atracos a comensales en corredores gastronómicos de la avenida Juárez, Huexotitla y Angelópolis, los mismos trabajadores de estas zonas prefieren guardar silencio, sólo unos cuantos hablan del peligro de esas calles.
En días pasados, Francisco Lobato Galindo, vicepresidente de este organismo, declaró que los primeros dos meses del año se han registrado, por lo menos, siete robos a comensales, en donde el monto que llegan a delinquir oscila entre los 18 mil y 21 mil pesos.
Los delincuentes incluso optan por llevarse objetos como celulares y relojes en vez de dinero en efectivo pues, indicó, obtienen más revendiendo esas pertenencias que arrebatándoles el efectivo con el que cargan las víctimas en el momento.
De acuerdo con el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia de Puebla, en 2016 el robo a comercios fue apenas el séptimo delito más denunciado de la ciudad, contrastante con los ilícitos de robo a transeúntes, de autopartes y al interior de vehículos que ocupan los lugares dos, tres y cuatro, respectivamente.
“Constantemente hay asaltos en toda la zona de la 43 (Poniente), sobre todo a las personas y el robo de autopartes; llega un carro, se pone en doble fila, retiran espejos, tapas de llantas y neumáticos y se van”, explica un encargado del estacionamiento de una cafetería en la colonia Huexotitla.
“Lo que pasa es que nadie te va a decir que en esta zona asaltan. Más que nada por miedo a represalias. Por ejemplo, hace como mes y medio atracaron un restaurante tres calles arriba, también se llevaron los espejos de un auto y hasta el momento nadie ha hecho algo”, agregó el empleado, de manera anónima.
En el corredor de la avenida Juárez, el cual se encuentra cerca de las colonias Santiago y La Paz y que fueron señaladas por el Consejo Ciudadano da Seguridad por ser las zonas con más reportes de robo de autopartes y asalto a transeúntes, las respuestas son las mismas, e incluso prefieren decir que han escuchado de otros lugares, pero ahí no.
“Hace como mes y medio asaltaron aquí un grupo de personas entre las 10 y 11 de la noche. Los de seguridad (del negocio) no nos dijeron cuánto dinero se llevaron, pero dicen que fue mucho”, relata un mesero de un negocio de mariscos.
“Incluso ayer asaltaron a mi compañera. Eso fue a las tres de la tarde. Ella estaba sentada en la banqueta, pasó un chavo en bicicleta y le arrebató el celular. Aunque uno no lo diga, esta zona es peligrosa”, concluye el camarero.
Sin embargo, la mayoría de los trabajadores de estas zonas prefieren callar antes que decir algo que confirme o desmiente la palabras de Lobato Galindo. “No puedo decirte nada”, “no tengo permitido hablar de eso” o “me dieron órdenes de no decir nada de eso” son las respuestas más frecuentes.
