Bitácora

Por: Pascal Beltrán del Río

Para los amantes del hipismo, la expresión que sirve de título a esta entrega de la Bitácora les recordará alguna célebre carrera en la que un caballo arrancó a la cabeza del grupo y terminó primero el recorrido.

Como la vez que el purasangre Secretariat impuso el récord en la Belmont Stakes –la carrera más antigua del continente, que se corre cada año desde hace siglo y medio en Nueva York–, una marca que no se rompe desde 1973, un impresionante tiempo de 2:24 minutos en una distancia de dos mil 414 metros.

Como la arena política y el hipódromo tienen mucho en común, existe la costumbre de llamar “carrera” a la contienda entre varios individuos por alcanzar el trofeo, es decir, la posición de poder.

Se trata de un término adoptado de la palabra en inglés “race”, en su acepción de “contienda en la que se busca la superioridad”.

En ese sentido se habla, por ejemplo, de la “carrera presidencial”.

Y en ésta también puede darse que uno de los contendientes domine la carrera de punta a punta.

De hecho, en México, desde que hay elecciones competidas, la Presidencia se ha definido de esa forma la mayor parte de las veces. Así fue en 2000 y en 2012. La excepción se dio en 2006.

¿Qué pasará en 2018? Eso falta por ser visto, aunque es posible que también ocurra que el ganador domine la carrera de principio a fin.

La contienda presidencial de 2000 comenzó muy temprano, en 1997. Al día siguiente de las elecciones intermedias de ese año, el panista Vicente Fox, para entonces gobernador de Guanajuato, anunció que buscaría la Presidencia de la República en el año 2000.

Es más, como la elección ocurriría el 2 de julio y ese día sería su cumpleaños, Fox pronosticó que festejaría simultáneamente sus 58 años de vida y su triunfo en los comicios presidenciales.

Tan avasallador fue en precampaña –en un tiempo en que no existían las reglas que hoy (supuestamente) maniatan a los aspirantes a un cargo de elección– que nadie en el PAN se atrevió a hacerle frente para disputarle la candidatura.

Llegado el tiempo de la campaña, Fox siguió dominando la carrera. Tenía de su lado los reflectores y el ánimo ciudadano. Y ganó de punta a punta.

La historia fue distinta en 2006. Desde Los Pinos se quiso impulsar la candidatura presidencial de Santiago Creel, pero a éste lo tiró del caballo Felipe Calderón para quedarse con la nominación panista.

Quien había arrancado favorito era el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, cuyas aspiraciones fueron impulsadas por el afán del presidente Fox por detenerlo.

López Obrador parecía tener la Presidencia en la bolsa, pero sus rivales aprovecharon su principal debilidad: su incontinencia ante la crítica.

Como lo sigue haciendo hasta el día de hoy, el tabasqueño reaccionó con una serie de expresiones que mostraron ante el electorado un talante visceral. Eso generó miedo y le hizo perder el apoyo de valiosos sectores de la clase media.

El resultado fue una sorpresa: un rebase de última hora de Calderón, quien ganó la carrera, como dice el tango, por una cabeza.

En 2012 se repitió la historia de 2000: un aspirante presidencial quien tomó ventaja temprana en la carrera gracias a su visibilidad como gobernador y a su facilidad para conectar con sectores de clase media, políticamente moderados, que hasta entonces habían estado con el PAN.

El priista Enrique Peña Nieto ganó la carrera de punta a punta. Como Fox, nadie se le opuso en su partido para alcanzar la nominación. Y pese a que hubo momentos en que López Obrador parecía acortar la distancia, al final ganó sin problemas.

¿Qué pasará en 2018? Esta vez ¿será como en 2000 y 2012 o como en 2006?

Hasta ahora parece que López Obrador tiene posibilidades de ganar de punta a punta, No tiene opositores internos y lleva una buena ventaja sobre quienes vayan a ser sus rivales externos por el tiempo que lleva en la pista. Las encuestas lo marcan como ganador ante cualquier combinación de candidatos.

Sin embargo, así parecía ir en 2006 y luego todo se derrumbó. ¿Alguien será capaz de rebasarlo en esta ocasión o trotará sin resistencia hasta la meta?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *