Las preocupaciones de JJ

El alcalde de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, demostró ayer su verdadera capacidad de movilización: fuera de su municipio no tiene ninguna influencia real. De los municipios que supuestamente apoyan su inconformidad contra la reforma del agua nadie participó en la protesta a la que convocó. Hubo un puñado de personas que tomaron la caseta de Amozoc, pero los registros indican que son integrantes de grupos que siempre protestan por todo. Lo peor del caso: dónde quedó el financiamiento que prometió a René Bejarano, alias El Señor de las Ligas, para el Movimiento por la Esperanza. Es, simplemente, José Juan y su soledad. ¿Será?

 

Los rumores en Morena

Fuentes confiables nos dicen que existe un grupo que está feliz por todo el cúmulo de irregularidades de José Juan Espinosa –fortuna, obra pública, yerros en su declaración 3de3, su desquiciamiento ante los medios– y son los propios militantes de Morena. Sí, así como lo leyó, los pupilos de Andrés Manuel López Obrador están felices de que el munícipe haya sido exhibido. Ello, obviamente, abre la posibilidad de que otros grupos pejistas se metan de lleno en la puja por las candidatura rumbo a 2018. Otros que también están felices son los zavalistas, quienes saben que la caída del edil es una fortaleza para su jefe: Javier López Zavala. ¿Será?

 

La lucha priista

Y en donde también andan de la greña es en el PRI. Resulta que hace unos días Iván Galindo Castillejos renunció a la coordinación estatal de regidores priistas. El motivo es que en el Comité Directivo Estatal de su partido le jalaron las orejas por andar de rijoso en cuanto tema se le atraviese. Sin embargo, hay un punto que no se puede dejar de lado: el consejal ha sido de los pocos que ha levantado la voz en contra de su dirigencia nacional, el Presidente y aquellos que desde la cúpula peñanietista han dado prioridad a los acuerdos cupulares a costa de la debacle del tricolor. Ahora sí que en el PRI, lo suyo es la sumisión. ¿Será?

 

Pacto digno de aplausos

El acuerdo signado por el gobernador José Antonio Gali Fayad con el sector productivo de la entidad poblana representa un paso fundamental no sólo en la consolidación de la administración estatal, sino en la capacidad de alcanzar acuerdos con uno de los sectores que durante los últimos años se sintió marginado y agraviado. El acuerdo es una alianza bajo la lógica de ganar-ganar: ganan los empresarios, ganan las familias en su bolsillo y gana el gobierno estatal en cohesionar a todos hacia un mismo rumbo. ¿Será?

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