La desestimación de la memoria en los procesos de enseñanza del nuevo plan nacional sería un desacierto
Plumas Ibero Puebla
Por Laura Angélica Bárcenas Pozos
El lunes 13 de marzo pasado, el secretario de Educación Pública federal, Aurelio Nuño Mayer, dio a conocer el Nuevo Modelo Educativo con bombo y platillo, haciendo hincapié, en todas las entrevistas que vinieron después, sobre las diferencias con antiguos modelos, donde enfatizó que éste busca evitar memorización de los contenidos, hay un adelgazamiento en relación a éstos y se fortalece la enseñanza del inglés en los niveles tanto de educación básica como de media superior.
Pero, lamento desengañar al señor secretario, que es obvio que está mal asesorado, pues desde la década de los 90 del siglo pasado, es decir hace más de 20 años, se ha hablado en México de que se debe evitar la memorización en el proceso enseñanza-aprendizaje y también lamento desengañarlo sobre la importancia de la memoria en los procesos de aprendizaje, porque como diría mi querido profesor de filosofía de la Maestría en Educación Superior de la Universidad Autónoma de Tlaxcala, Guillermo González, que en esa época nos cuestionaba: ¿cómo regresaríamos a nuestra casa si no tuviéramos memoria?
Y claro, la memoria es necesaria, no sólo para volver a nuestra casa todos los días, incluso para reconocernos a nosotros mismos cuando nos miramos al espejo; el problema es que ya en la década de los 90 e incluso en la actual, se privilegia la memoria en los procesos de aprendizaje y enseñanza porque es lo más fácil de evaluar. Pese a ello, no podemos deshacernos de los procesos de memoria al momento de aprender, pues los aprendizajes significativos, según David Paul Ausubel, se construyen a partir de viejos aprendizajes, que por supuesto están en nuestra memoria. Entonces parece un despropósito que se hable de no usar nuestra memoria cuando aprendemos.

Lo que se debe evitar es que la memorización sea la única vía para aprender, pero necesitamos memorizar para avanzar en el aprendizaje y en el conocimiento. Lo que mostró el señor secretario es lo poco que sabe sobre los procesos de enseñanza y aprendizaje y lo mal asesorado que está. Pero punto y aparte, esta medida es posible lograrla si se promueven diferentes formas de evaluar el aprendizaje y si se deja de privilegiar el examen. A partir de las reformas de 2006 y 2009 en la educación básica y media superior, se ha formado a los docentes para optar por diferentes formas de evaluar, sin embargo el examen sigue siendo la herramienta por excelencia para determinar si los alumnos han alcanzado los objetivos de aprendizaje establecidos.
El segundo punto, el de adelgazar el currículum, es probablemente el más fácil de lograr, porque basta con que quiten tantos contenidos inútiles en la educación básica y se determine cuáles son los realmente necesarios en media superior para que los profesores tengan tiempo de profundizar y no sólo ver los aprendizajes en el aula. Esta medida le quitará un gran peso a muchos profesores que saben que tienen que cubrir la totalidad del atiborrado programa en un tiempo récord; entonces, sin importar que sus alumnos tengan o no los conocimientos previos o mínimos necesarios para aprender los nuevos aprendizajes, el profesor cumple con el programa. ¿Los estudiantes aprenden? Eso es lo de menos; hasta ahora lo importante ha sido cumplir con el programa.
Así que ya que el profesor está acostumbrado a cumplir con el programa y si ahora se lo adelgazan tendrá tiempo de sobra para que sus alumnos aprendan “bien” lo que es importante de hacerlo. Los docentes ahora deberán renunciar a la costumbre de “ver” los temas y hacer que sus alumnos los aprendan. Coincido con muchos que esta ha sido una gran e importante decisión, ahí sí me parece que el secretario y sus asesores tomaron buenas decisiones.

Finalmente, en el tema del inglés, confieso que no lo he revisado a fondo, pero, ¿quién va a impartir el inglés? ¿Cuántas horas a la semana? ¿Se relacionará con los contenidos escolares? ¿Se organizarán grupos por niveles de desarrollo en el aprendizaje del idioma? o ¿cómo se va a atender esta medida?
Desde mi punto de vista, esta es la verdadera novedad en el Nuevo Modelo Educativo, lo demás es viejo y se ha trabajado desde hace mucho, pero no veo condiciones para operar dicho plan. Como ya se ha dicho hasta el cansancio con la reforma de 2013, si no cambia de fondo la educación y las estructuras irrompibles que la sostienen, nada cambiará en la educación.
Si no se paga mejor a los docentes, si no se mejora la infraestructura de las escuelas más pobres, si no van los mejores profesores a las comunidades más alejadas, si no deja de haber rotación de profesores en las escuelas que poco tienen, si la formación inicial y continua de los profesores sigue siendo deficiente, y muchos otros “si…”, nada va a mejorar, los profesores no pueden cambiar solos esta estructura, requieren que la enorme y rígida maquinaria que es el sistema educativo cambie desde adentro y desde abajo.
Así que, las autoridades educativas necesitan pensar qué educación quieren, de verdad, para los mexicanos y necesitan empezar a mover al mamut, desde adentro y desde abajo.
