Barbosa y la estrategia Puebla
Luis Miguel Barbosa Huerta renunció al PRD para sumarse a Morena, pero sus huestes en Puebla continúan afiliadas al partido. ¿Por qué la decisión? Porque desde la dirigencia estatal del sol azteca poblana, a través de Socorro Quezada Tiempo, pretenden boicotear cualquier avance que logre la corriente Nueva Izquierda a favor del morenovallismo. La actual lideresa podrá tener sus días contados al frente del Comité Ejecutivo Estatal, pero eso no la imposibilita para antes de irse fracturar todo lo posible y llevarse aquellos cuadros del Frente de Izquierda Progresista en la entidad que pese a no ser mayoría no es nada despreciable. ¿Será?
Victimización irónica
Ayer quedó demostrado que el principal enemigo de la UPVA 28 de Octubre es la propia organización. Un ejemplo: por meses, Rita Amador, la única dirigente que queda en pie, denunció las graves condiciones de precariedad en la salud de su esposo. “Mi estado de salud es delicado, pero no faltal”, fue la respuesta que ofreció Rubén Sarabia Sánchez, alias Simitrio, y echó por la borda todo el discurso de victimización. Los tiempos han cambiado en Puebla y si la organización no lo entiende, muy poco podrá avanzar en su lucha por no desaparecer. ¿Será?
Lucro y dudas
Ahora que el Congreso del estado despejó cualquier duda sobre la reforma al artículo 12 de la constitución, párrafo sexto, que eleva como derecho humano el acceso al agua, el alcalde de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, se quedó sin ningún argumento para disfrazar su campaña de posicionamiento con miras a 2018. Lo que se pondrá interesante será cuando los compañeros del edil en Morena saquen a la luz la reforma a la Ley de Agua del estado de Puebla, la misma que el cholulteca aprobó siendo diputado local y permitió entregar la concesión a un particular. Apenas viene lo bueno. ¿Será?
Los pasos en el PRI
Al interior del priismo poblano se vive una tensa calma. Todos están a la expectativa de los resultados en el Estado de México que será la madre de todas las batallas este año. De los resultados obtenidos, sin duda, habrá un reacomodo de grupos y quedará en claro el peso real de los gallos presidenciales en 2018. En el caso local, los escenarios se verán afectados y, sobre todo, los tricolores de la entidad esperarán ansiosos por leer los acuerdos cupulares. La lección la tienen bien aprendida: por más competitivo que sea un candidato pesarán más los acuerdos con el morenovallismo y el grupo peñanietista. ¿Será?
