Ante el dato de que tres de cada 100 asesinatos contra féminas por violencia de género, tanto el gobierno estatal como municipal han redoblado sus esfuerzos contra este mal
Por Mario Galeana
En los primeros 15 años del nuevo milenio, 28 mil 656 mujeres y niñas fueron asesinadas en el país. Y tres de cada 100 asesinatos se cometieron en Puebla.
Entre los años 2000 y 2015, una cifra redonda ubicó a Puebla como la entidad número 11 en el país con más homicidios de niñas y mujeres: mil asesinatos, según el más reciente Atlas de la Seguridad y la Defensa de México, elaborado por el Instituto Belisario Domínguez, del Senado de la República.
Pero a la cifra se sobreponen las historias. Si hubiera que señalar quiénes han sido presa de la violencia extrema en Puebla, podría afirmarse que se trata, sobre todo, de mujeres adultas con niveles de escolaridad básica, que han sido asesinadas con armas de fuego o por asfixia por sus parejas o familiares.
De 2009 al primer semestre de 2016, la Fiscalía General del Estado (FGE) reconoce al menos 527 homicidios y feminicidios en la entidad, pero, a ratos, la base de información de la dependencia carece de precisión: en 126 casos se desconoce la edad de las víctimas, en 264 casos se ignora su estado civil, en 259 casos no se sabe su nivel de escolaridad y –más importante aún– en 422 casos se desconoce el vínculo que mantenían con la persona que les quitó la vida.
La información fue proporcionada al Grupo de Trabajo de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) que evaluó la posible emisión de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) en la entidad. Contrario a la FGE, el organismo no fue omiso:
“La cifra total de 527 casos deriva de una respuesta a la solicitud de información realizada por la Conavim al ejecutivo estatal el 12 de abril de 2016, con la información de la Fiscalía (...) Sin embargo, de los anexos presentados por el estado, particularmente por la Fiscalía, únicamente se tienen datos de 474 casos, de los cuales 84 corresponden a feminicidios, 371 a homicidios dolosos contra mujeres y en 19 casos no se especifica si se trata de homicidio doloso o feminicidio”, resaltó en el informe, publicado a finales del año pasado.
Según la Conavim, en 44 casos más no se pudo determinar siquiera el lugar en el que se cometió el feminicidio, pues las autoridades no proporcionaron información desagregada al respecto.
“Algunas celdas aparecen vacías, (mientras que) en otras se señala que se desconoce el dato o únicamente se indica la vía pública e interior del domicilio”, dice el informe.
El rostro de las víctimas
Con base en los datos presentados entonces, se reveló que casi una de cada tres víctimas eran mujeres de 31 a 50 años. En 147 casos, las mujeres eran solteras y 60 más vivían en unión libre.
Sobre su nivel educativo, se sabe que en 93 de los 268 casos de los que se tiene información, las mujeres habían cursado hasta el nivel de educación básico: la primaria. Otras 48 poseían estudios hasta secundaria, pero 55 más no contaban con ninguna clase de instrucción.
Sus muertes ocurrieron, sobre todo, en hechos ensordecedores: en 109 casos se utilizaron armas de fuego. En otros 86 se aplicó asfixia y 80 casos más la herida fue causada con un arma punzocortante.
El informe arroja también que las autoridades poco saben sobre los victimarios y sus vínculos. De los 527 casos que reconoció entonces la FGE, sólo en 105 se tenía plenamente establecido el vínculo de la víctima con su asesino.
Y sí: en la mayoría de los casos –57, para ser exactos–, los asesinos eran sus parejas y exparejas. En 31 investigaciones más, los victimarios eran sus familiares, mientras que en 17 casos eran sólo conocidos, sin vínculos sanguíneos.
Acción, no palabras
La estrategia del gobierno estatal en los últimos seis años ha estado enfocada en acciones de reeducación a los hombres, creación de sistemas estatales, un centro de datos, un programa estatal relacionado con el tema y una serie de diagnósticos, sumados a las actividades para cumplir con las recomendaciones de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia:


