Traspatio
Por: Luis Pavón / @pavonlui
El Cicatriz... El Fugas... Los Asaltantes de Periférico, son presuntos delincuentes que tienen algo en común: son viejos conocidos de la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México: son reincidentes.
El robo es el delito con mayor incidencia, sin embargo, en el nuevo sistema de justicia penal el robo sin violencia no amerita cárcel, ya que no se considera grave.
Es el caso de Martín Raúl Martínez, alias "El Cicatriz", quien se dedica a robar a fotógrafos y productores audiovisuales.
"El Cicatriz" fue detenido por primera vez en 2009, sin embargo, a los pocos meses salió libre.
En enero de 2016 volvió a ser arrestado pero otra vez quedó en libertad y de inmediato retomó su actividad delictiva.
Antonio Altuzar fue su víctima y se enfrentó a la burocracia del ministerio público, al víacrusis de levantar una denuncia penal. Esto fue lo que me contó:
"En el ministerio público nos dijeron que no era necesario levantar la denuncia ya que él tenía una orden de aprehensión. Me dicen, esa persona tiene como 20 nombres, ya lo conocemos. ¿Les dijo el MP desde cuándo lo conocen? Que tenía dos meses de haber salido de la cárcel, pero que lo sueltan por buena conducta o porque paga la fianza".
El nuevo Sistema de Justicia Penal que empezó a funcionar en junio de 2016 solo contempla la prisión preventiva para delitos graves.
El año pasado conocimos, gracias a los videos grabados por ciudadanos y subidos a redes sociales, el caso de sujetos que asaltaban con arma de fuego a automovilistas en el Periférico y en el Circuito Interior de la Ciudad de México.
La autoridad reconoció que todos ellos son reincidentes, que han pisado de 3 a 6 ocasiones la cárcel pero vuelven a quedar en libertad.
En esas fechas, el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, negó que los delincuentes se estuvieran beneficiando del nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio.
Pero este año cambió el argumento.
Las cifras reveladas por el Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad y Justicia cuestionaron la eficacia del actual gobierno en materia de seguridad en la Ciudad de México. Confirmaron que la tasa delictiva se ha incrementado de manera considerable.
Mancera, por supuesto, tuvo su justificación. Le echó la culpa al nuevo sistema de justicia penal y la libertad que obtuvo una gran cantidad de personas que estaban en los reclusorios. Y por supuesto, mandó un ejército de trolls para atacar en twitter al Observatorio.
Le pongo un ejemplo de lo que sucedió el año pasado en la Ciudad de México, en materia de robos.
De enero a septiembre se registraron 58 mil 857 denuncias, de las cuales el 33% se cometieron con violencia.
Y qué pasa con todos aquellos que roban “sin violencia” pero lo hacen una y otra vez. “El Cicatriz” es un claro ejemplo. Sus víctimas lo saben.
Es el caso de Erik, Carolina y Antonio, quienes son fotógrafos profesionales, que no se conocen entre ellos, pero tienen algo en común: son víctimas de robo por la misma persona.
Un sujeto que estafa desde 2009 y que ese año fue identificado por las autoridades de la Ciudad de México como Martín Raúl Martínez Paz, quien ha estado varias veces en la cárcel.
Le apodan “El Cicatriz”, la primera vez que ingresó a prisión fue hace 7 años, pero qué cree, sí, imagina bien, eso no le ha impedido que siga delinquiendo.
Sus víctimas suelen ser productores audiovisuales a quienes contacta para robarles su equipo de trabajo, con un costo que va de los 150 a 200 mil pesos.
Utiliza distintos nombres y se hace pasar como subdelegado de aduanas. Su centro de operación es el aeropuerto de la Ciudad de México.
Es un reincidente delictivo consumado. Un delincuente que según el nuevo Sistema de Justicia Penal no pisaría la cárcel por no cometer robo con violencia.
En una entrevista que le hice a la abogada Layda Negrete, investigadora de “México Evalúa” y una de las que mejor conoce el nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio, me habló de la reincidencia delictiva.
Le pregunté qué pasa en casos como los de “El Cicatriz” y esta fue su respuesta:
"En ese caso que es una reincidencia, es muy claro que hay un riesgo para la sociedad. Independientemente de las reglas del proceso, aquí lo que queda muy claro es la debilidad de la procuraduría.
"Las reglas procesales en teoría, en general, permiten vivir el proceso en libertad pero en este caso en particular, creo que hay muy claramente investigaciones que posiblemente no se están conectando y esa es una deficiencia de la procuraduría.
"No puede ser que alguien esté cometiendo delitos durante años de la misma forma, de manera muy predecible y no se le pueda capturar o armar bien la investigación para de verdad llevarlo a juicio y llevarlo a prisión".
Fue el caso de Erik Vicino, un fotógrafo independiente que el 25 de noviembre de 2015 conoció a “El Cicatriz”.
Contratado por una agencia, Erik se reunió en una cafetería con el supuesto funcionario de aduanas donde le contó a detalle el proyecto.
Tras un par de horas le dijo que fueran al aeropuerto para empezar a trabajar de inmediato.
EL modus operandi del estafador de productores audiovisuales es:
-Cita a la gente en un sitio público.
-Cuando se dirigen al aeropuerto les pide un "aventón".
-Viste camisa con logotipos de la aduana. Al llegar a la terminal aérea se pone suéter y gorra.
-Le dice a los fotógrafos que no es fácil ingresar ese tipo de equipo a la aduana, por eso les solicita se lo entreguen para que él lo registre y se agilice el trámite.
-Les pide que esperen, simula entrar a una oficina y es cuando desaparece.
Eso fue lo que le pasó a Erik, quien presentó una denuncia en el ministerio público ubicado en el aeropuerto. Lo que sucedió ante la representación social es de pena ajena:
"Nos enseñan impresiones de las cámaras de video las cuales se sabe perfectamente de memoria porque en todas sale tapado de la cara. De hecho cuando vamos a declarar, entramos, les platicamos la historia y en menos de un minuto nos dicen ¿es él? hay una foto de él que tienen en la primera hoja de un folder y decimos si es él. ¡ah! pues este cuate ha estado haciendo esto desde 2009, así que ustedes no son los primeros en denunciarlo ni creo sean los últimos".
Mes y medio después del robo a Erik, en enero de 2016, el supuesto delegado de aduanas fue detenido y llevado a prisión.
Solo que 6 meses después de su aprehensión, el 2 de junio de 2016, estaba a punto de repetirse la historia. El sujeto ya estaba libre.
Carolina de Luna, fotógrafa que trabaja en una agencia de la colonia Condesa me dijo que “El Cicatriz” contactó a la agencia para la que trabaja y les vendió un proyecto que consistía en documentar todas las modificaciones que se iban hacer en las aduanas de la república mexicana.
El modus operandi era el mismo y Carolina debía trasladarse al aeropuerto a empezar el trabajo.
"Recordé lo que me había contado mi amigo que le había pasado el año pasado y le pregunté cómo era la persona que lo había estafado y lo identificó por una cicatriz que tenía en la frente, del lado izquierdo. Le vi la cicatriz y en ese momento empecé atar cabos y me di cuenta que era él. Cuando llegamos a la aduana me bajé, entramos a la puerta, caminamos unos 20 pasos en el pasillo y saqué el celular le saqué una foto justo voltea, ve que le tomo la foto y se echa a correr".
Carolina se salvó de la estafa. Pero 25 días después, el 27 de junio del año pasado, el falso funcionario aduanal volvió a actuar.
Antonio Altuzar fue despojado en el aeropuerto de su equipo audiovisual valuado en 200 mil pesos. Esto es parte del calvario que vivió en el Ministerio Público:
"Levantamos la denuncia pero fue así como que casi casi rogándoles para levantar la denuncia porque nos dijeron que no era necesario levantar la denuncia ya que él tenía una orden de aprehensión. Me dicen, esa persona tiene como 20 nombres, ya lo conocemos.
Lo primero que nos dicen: nos dan su apodo, que lo apodan el cicatriz, que es por la cicatriz que tiene en la frente. Nos dicen que siempre va vestido con un suéter café de lana, unos jeans color caqui y su uniforme del SAT. ¿Les dijo el MP desde cuándo lo conocen? que tenía dos meses de haber salido de la cárcel, pero que lo sueltan por buena conducta o porque paga la fianza".
La Procuraduría de Justicia de la Ciudad de México levantó dichas denuncias por el delito de fraude, el cual no se considera grave en el código penal.
No obstante, se trata de una persona reincidente. Un personaje que empezó estafando en Tlaxcala. Luego se trasladó al entonces Distrito Federal. En 2017 ya buscó nuevas víctimas y dicen que ahora se ha trasladado a Aguascalientes, donde ya buscó nuevas víctimas.
No roba con violencia pero ¿aún así no amerita prisión?
