El peligroso juego de Israel Pacheco

Desesperación. Esa es la condición en la que se encuentra Israel Pacheco Velázquez, el defenestrado dirigente del sindicato “Benito Juárez” del Ayuntamiento. Por eso, no dudó en forjar una alianza con el subsecretario federal priista Juan Carlos Lastiri Quirós para intentar desestabilizar a la administración municipal. Lo que el impresentable ex líder sindical no sabe es que muy pronto dejaría su cómoda celda en el Centro de Reinserción Social de San Pedro Cholula para regresar a Tepexi de Rodríguez, un sitio que conoce muy bien y que, dicen los que lo conocen, no soporta ni pretende pasar el resto de su proceso en ese lugar. ¿Será?

 

El enemigo en casa

José Juan Espinosa Torres se niega a aceptar que su continuidad en el Ayuntamiento de San Pedro de Cholula pende de un hilo, al perder el control del máximo órgano de gobierno municipal: el Cabildo. El munícipe ha tenido varias pruebas de que la oposición de la mayoría de los regidores va en serio y se convertirá en un auténtico dolor de cabeza. Por lo mientras, ya lo pararon en seco con su cuenta pública. Lo que seguirá es una revisión pormenorizada del gasto realizado en la administración. Y ahí hallarán mucha tela para cortar. ¿Será?

 

Legalización y mariguana

Un colectivo poblano prepara la presentación de un amparo para cultivar y consumir mariguana de forma medicinal y recreativa. José Antonio García Ortega, integrante de Comunidad Cannábica de Puebla, declaró que hasta ahora más de 100 personas han suscrito el amparo que presentarán ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación en los próximos meses. Con esta medida, Puebla entrará de lleno a un debate nacional en el que se encontraba rezagada. Más allá de la condena a priori que el tema genera, lo importante es abrir una auténtica discusión. ¿Será?

 

Las boletas de la discordia

Ahora que un puñado de puritanos despistados se ha rasgado las vestiduras porque la empresa Agua de Puebla para Todos osó utilizar las boleta de cobro para una posible comercialización de espacios de publicidad, bien valdría aclararles que la medida no tiene nada de ilegal por una sencilla razón: los servicios de agua potable y alcantarillado, y su consecuente cobro, se encuentran concesionados a un particular que, en estricto sentido, imprime los talonarios de cobro y puede realizar lo que le plazca con las fojas. Si de la impresión obtiene una ganancia adicional no hay delito. No cabe duda que los espantados salieron más papistas que el Papa. ¿Será?

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