Por: Osvaldo Valencia / @Osva_Valencia
Foto: Archivo Agencia Es-Imagen
Erik Ernesto Bolio López murió como vivía su vida: defendiendo a los demás, procurando el bien de alguien más antes que el suyo.
La muerte lo alcanzó la noche del 29 de abril a bordo de la ruta 27A, entre bulevar 5 de mayo y la 34 poniente, cuando, presuntamente, un grupo de ocho delincuentes abordaron la unidad para arrebatar de sus pertenencias a los usuarios.
Los hampones, sin pensarlo, apuntaron con un arma de fuego a una madre que viajaba con su hija. Erik, y su instinto por ayudar al prójimo, se interpuso entre el cañón de la pistola y la familia.
Sin contemplación, uno de los asaltantes jaló del gatillo en cuatro ocasiones a quema ropa, huyendo con algo más que las pertenencias de los pasajeros, la vida de Erik Bolio.
“Él fue un héroe”, así lo recuerda su madre, Alba López, entre sollozos inconsolables, cuyo último deseo es que se haga justicia, nada más.
Las lágrimas ya no son suficientes para despedir a Erik. Su partida no sólo impactó a la familia, vecinos, amigos de la colonia, compañeros de licenciatura y trabajo, incrédulos, acudieron para darle el último adiós a “alguien muy tranquilo”, “alguien que siempre vio por los demás”
"Había tomado el camión a las 10:30 de la noche, según nos contó su novia. Al pasar de hora y media y ver que no llegaba decidimos salir a buscarlo y recorrer el camino que habitualmente recorre. Al ver un accidente de una ruta 27A fuimos a ver y ahí descubrimos lo sucedido" alcanza a relatar entre lágrimas Doña Alba.
“Era mi amigo desde que éramos niños. Salía a jugar futbol, era bueno. Nunca viste que se metiera con los demás, era alguien demasiado tranquilo” relata Mariano, un joven vecino de la familia Bolio-López.
Desde que se conoció la noticia personas cercanas a la familia y a Erik acudieron a darle el último adiós, consternados, sin tener ayuda de las autoridades.
"Nosotros nos enteramos primero por su mamá que nos habló a la 1:30 de la mañana, y la verdad nos quedamos impactados. Hasta ahora ninguna autoridad nos ha brindado información o nos ha ayudado" cuentan uno de sus tíos y su primo, aún en estado de shock.
Erik apenas titulado de la carrera de Comunicación de la Escuela de Comunicación y Ciencias Humanas, tenía el sueño de desenvolverse en el periodismo deportivo, incursionando en portales noticiosos y estaciones radiofónicas por Internet.
Aferrada al féretro de su hijo, el único, pide a sus compañeros de profesión "ayúdennos a difundir esto, ustedes que son sus compañeros de profesión, que se haga justicia"
Ahora, Doña Alba pide que respeten su dolor, "déjenme estar a solas con mi hijo" murmura abrazada del ataúd.
