Por: Mario Galeana
Foto: Ángel Flores / Agencia Es Imagen
Unos 70 elementos de la Policía Estatal levantaron la madrugada del lunes el plantón que desde el primer día de marzo de este año mantenían pobladores de Jolalpan frente a la sede del Congreso del Estado de Puebla, exigiendo la destitución del alcalde Antonio Javana García, a quien acusan de desvío de recursos y enriquecimiento ilícito.
A las 3 de la mañana, los cuerpos policiacos exigieron a las 24 personas que se encontraban en el plantón retirarse pacíficamente, por lo que éstos se replegaron hasta el Paseo Bravo. No se reportó ningún tipo de agresión física, aunque los quejosos aseguraron haber sido amenazados por los uniformados.
Ayer por la mañana, los pobladores anunciaron que seguirán exigiendo la renuncia de Javana García, a quien acusan de un posible desfalco de 150 millones de pesos.
Días antes, el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Jorge Aguilar Chedraui, dijo que las pruebas presentadas por los quejosos ya eran evaluadas por la Auditoría Superior del Estado (ASE). Entre estas, la supuesta compra de 30 tinacos de agua a un sobrecosto de 2 millones 766 mil pesos.
“Si de la Auditoría resulta que los dichos son ciertos y las pruebas aportadas son suficientes, se iniciaría un Procedimiento de Responsabilidades en contra del alcalde de Jolalpan”, reviró Aguilar Chedraui a finales de abril pasado.
Durante los 70 días en que los pobladores se apostaron frente a dos de las tres entradas al Congreso, el plantón se convirtió en sede de ruedas de prensa de movimientos sociales añejo. Incluso un viacrucis que culminó con un cristo sanguinolento colgado en la puerta principal de la sede legislativa.
El primer día del plantón, unas cinco mujeres de Jolalpan quemaron chiles y, armadas de un solo abanico, condujeron el humo hasta las ventanas del Congreso local. Así inició la protesta.
Pero, a la postre, el grupo se fue reduciendo. Un mes más tarde, sólo se veía a unas 10 mujeres armando cruces con hojas de palma, y a otros 15 hombres jugando cartas a mitad de la calle.
