La Comisión Nacional de Derechos Humanos señaló que el hacinamiento y la sobrepoblación son parte de las causas del problema
Por Mario Galeana
Durante los últimos cinco años la cárcel de San Miguel, al sur de la capital de Puebla, ha tenido un autogobierno en el que algunos reclusos poseen el control efectivo de aspectos internos en el penal, acusó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
En una recomendación general emitida hace siete días, el órgano nacional también indicó que en el centro penitenciario de Tepexi de Rodríguez, reos y guardias compartieron el control del penal entre 2012 y 2013, aunque a la fecha, esta problemática ha desaparecido.
El escrito de la CNDH está dirigido hacia el secretario de Gobernación (Segob), Miguel Ángel Osorio Chong, al gobernador José Antonio Gali Fayad y a los mandatarios de las otras 31 entidades de la República.
Según la recomendación, en el penal de San Miguel los reos aún mantienen la decisión de algunos aspectos de la cárcel, lo que ha ido “en detrimento de las condiciones de internamiento de la mayoría y una apropiación indebida del abasto, los insumos para la alimentación y operación de los establecimientos, así como los recursos autogenerados por la institución”.
De acuerdo con fuentes al interior de San Miguel, uno de los reos que hoy dirige el centro penitenciario es el empresario Jorge Aduna Villavicencio, señalado por ser el presunto autor intelectual del cruento asesinato de seis hombres originarios de la colonia Lomas de San Miguel.
Entre las causas que impulsan el autogobierno o el cogobierno entre internos y directivos de los centros penitenciarios se encuentra la sobrepoblación, lo que “rompe” la proporción entre custodios y reos.
Al igual que el hacinamiento, pues “agudiza las limitaciones del centro penitenciario para mantener el control de la población” que se encuentra presa, de acuerdo con la CNDH.
En su recomendación, el órgano nacional indica que el autogobierno en las prisiones limita la reinserción social de los sujetos que purgan una pena en prisión.
El diagnóstico apunta que, hasta 2015, había al menos 71 prisiones en condiciones de autogobierno o cogobierno, de las 154 que la CNDH pudo visitar en los últimos cinco años.
La cifra ha ido significativamente en aumento. En 2011, por ejemplo, la CNDH visitó 100 centros penitenciarios y en 60 de ellos imperaba un gobierno interno entre reos y custodios.
“En los últimos cinco años, 42 centros presentaron condiciones de autogobierno y/o cogobierno (…) lo que trastoca y desnaturaliza el fin de la pena privativa de la libertad, invariablemente”, subrayó el organismo.
Los capos del Cereso
Cobro de cuotas, narcotráfico, posesión de teléfonos celulares entre los internos y negocios ilícitos son moneda corriente en el centro penitenciario:

