Loret de Mola presentó en Despierta una grabación aérea donde transportistas esperan su turno para recibir gasolina robada
Por Guadalupe Juárez / Redacción
Los camiones estacionados en la carretera México-Puebla captados por un dron, cuyo video fue difundido por el periodista Carlos Loret de Mola, son de transportistas que pagaban a El Toñín por cargar gasolina en uno de los ductos y las filas se debían a que esperaban su turno para pagar su ficha de 500 mil pesos para así extraer el hidrocarburo.
Pobladores que prefirieron el anonimato refirieron a esta casa editorial que los conductores de estos vehículos siempre portaban armas de grueso calibre y también intimidaban a los habitantes de la zona cuando eran “días de carga”, generalmente entre semana.
Por lo regular el grupo armado que carga sus camiones de combustible en Palmarito Tochapan, también porta fajos de billetes que muestran a los pobladores.
La toma clandestina que el “jefe de los huachicoleros” –como reconocen a El Toñín– renta en estos días de carga se encuentra entre matorrales y sembradíos de legumbres, por lo que no está a la vista de todos y está protegida por hombres armados.
El video, presentado por Loret de Mola en su programa Despierta la mañana de este jueves, muestra cómo los vehículos hacen fila en calles aledañas a la ordeña en el ducto Minatitlán-México, cerca de la autopista Puebla-Orizaba, para abastecerse del hidrocarburo y trasladarlo a los consumidores, entre ellos –indica– empresas transportistas y gasolineras.
“Parece una terminal de Pemex. Es un caserío al lado de la carretera Puebla-Orizaba donde los huachicoleros perforaron un ducto y sus transportes están formados para cargar el producto robado y llevarlo a donde les digan”, refiere en su columna Historias de reportero, que publica El Universal.

Corte de combustible no detiene ordeña
A pesar de que corten el paso de combustible en el ducto Minatitlán-México, el hidrocarburo que ya pasó se almacena en la infraestructura de la petrolera gracias a un efecto columpio, por lo cual los huachicoleros pueden perforar y extraer la gasolina o el diésel sin mayor problema.
Así lo reveló el periodista Loret de Mola, quien aseguró que esta particularidad se presenta en los municipios poblanos de Quecholac, Palmar de Bravo y Acatzingo, en donde, precisa, 34% del total del hidrocarburo extraído de forma ilegal en el país proviene de esta arteria.

La razón por la cual esta vía es perforada para extraer el derivado petrolero pareciera sencilla, apunta el periodista: en su ruta a la Ciudad de México el combustible cae desde Veracruz a una altura aproximada de dos mil 500 metros sobre el nivel del mar, pero al llegar al triángulo rojo el ducto desciende hasta los 400 metros para luego subir y llegar a la capital del país, en una especie de columpio.
“Los huachicoleros encontraron una aliada en la fuerza de gravedad porque aunque Pemex cierre el ducto, la gasolina que ya estaba en el tubo sigue bajando, no se queda atorada y puede seguir robándose”, indica.
Las imágenes –añade– reflejan la prueba más fehaciente del universo que aglutina a las bandas dedicadas al robo de combustible en arterias de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Pero más allá de la extracción del hidrocarburo por estas células, los pobladores tienen un método alterno para robar y revender el producto: cortan con seguetas o serruchos los tubos para crear “albercas” donde mujeres y niños llegan para recoger el líquido.
Por ello las organizaciones criminales cobran hasta 500 pesos a los habitantes de la zona huachicolera para dejar que se lleven el combustible y lo puedan comercializar posteriormente.
Loret de Mola no descarta que autoridades gubernamentales, funcionarios de Pemex y empleados sindicalizados estén involucrados en la perforación y extracción.
A pesar de esto, para el periodista los esfuerzos de dependencias como las secretarías de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Gobernación (Segob), Energía (Sener), Defensa Nacional (Sedena) y Marina (Semar), así como la Procuraduría General de la República (PGR) y Pemex, se alinearon y tienen una estrategia definida.
