Redacción 

Uno de los métodos alternos de Petróleos Mexicanos (Pemex) para combatir el robo de hidrocarburo es perseguir, detener y castigar a quienes consuman el combustible extraído de forma ilegal de los ductos, anunció José Antonio González Anaya, director de la petrolera mexicana.

De acuerdo con el periódico Excélsior, la medida, que incluye investigar a las industrias y gasolineras que adquieran el producto robado para usarlo o venderlo, respectivamente, forma parte de la estrategia emprendida por el gobierno federal para atacar esta actividad ilícita que, de acuerdo con información del secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña, deja pérdidas anuales de 20 mil millones de pesos.

González Anaya refirió que hasta hace unos días las tareas contra el robo de hidrocarburo se enfocaban en vigilar y castigar a los huachicoleros, pero a raíz de la reunión del Grupo de Coordinación contra el Robo de Combustibles efectuada el 15 de mayo pasado, cuando participaron integrantes del gabinete federal y los gobernadores de cuatro estados, se acordó trabajar de forma conjunta para atender la demanda de gasolinas.

“(La labor) se concentrará en donde se venden estas cosas: en los mercados ilegales, en las gasolineras, en los usuarios industriales. Tenemos una gran ventaja, Pemex es el único proveedor, podemos saber cuánto le vendimos, cuánto están vendiendo, coordinados con las demás instancias, todo esto ayuda a verificar que todas estas cifras cuadren. Es un robo a la nación, a los mexicanos, a los impuestos, es un robo”, acotó.

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Auditorías en gasolineras

En julio del año pasado, Rafael Moreno Valle, entonces gobernador de Puebla, fue una de las primeras autoridades en solicitar auditorías a las estaciones de servicio al considerar que el hidrocarburo robado era adquirido por éstas, por lo que la demanda no disminuía.

“Se tienen que hacer operativos en las gasolineras, porque no se está vendiendo en las carreteras en tambos de 20 o 50 litros; esto está entrando al sistema formal y es ahí donde se tiene que hacer un operativo. Pemex debe hacer los cruces de cuánto compra una gasolinera de combustible y cuánto se vende”, declaró en ese momento.

En la estrategia de verificar que las cifras y cantidades de lo que las gasolineras compren y comercialicen “cuadren”, así como comprobar la procedencia lícita de los combustibles, intervendrán las secretarías de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Gobernación (Segob), Energía (Sener), Defensa Nacional (Sedena) y Marina (Semar), al igual la Procuraduría General de la República (PGR) y Pemex.

Además de facilitar y proveer datos en la investigación, la petrolera obligará al encarecimiento del combustible robado con la finalidad de disminuir la demanda del mismo, aunque los resultados no sean visibles en el corto plazo.

“(Buscaremos) que sea cada vez más caro robar el combustible. Pero al mismo tiempo disminuir la demanda de la gasolina ilegal, que los mercados ilícitos tengan menos demanda. Es un enfoque totalmente de economistas deshacer un mercado. Si el costo del combustible robado es más caro que la demanda, no habrá quien lo compre”, sostuvo.

La investigación de Pemex abarcará a empleados, sindicalizados y no sindicalizados, así como funcionarios que pudieran tener vínculos con células delictivas dedicadas a la perforación y extracción de los derivados petroleros.

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