Los factores que pueden originar esta afección son el sobrepeso, obesidad y el consumo elevado de sales, grasas y azúcares
Por Daniela Ramos Jiménez
La Hipertensión Arterial Sistémica (HAS) es una enfermedad crónico degenerativa, esto quiere decir que es una afección que se desarrolla a lo largo del tiempo, la cual si no es controlada o tratada de manera adecuada conlleva a generar diversas complicaciones; desafortunadamente no tiene cura, pero se puede controlar.
HAS es una elevación progresiva y permanente de los niveles de la tensión arterial; una persona tiene un ritmo normal de 120/80 milímetro de mercurio (mmHg), por lo que valores por encima de éste ya se pueden clasificar dentro de algún nivel de hipertensión arterial.
Actualmente, esta afección es considerada como la primer causa de muerte en el mundo, ocasionando 9.4 fallecimientos al año; en México cuatro de cada 10 adultos presentan hipertensión; sin embargo, 50% de ellos no lo saben, ya que esta enfermedad es difícil de detectar, ya que los síntomas comunes como dolor de cabeza, mareos o náuseas pueden confundirse con alguna otra enfermedad.

La hipertensión es una afección de origen multifactorial, es decir, la combinación de distintos factores puede llegar a generarla, dentro de estas causas se consideran: el sobrepeso y la obesidad, el consumo elevado de alcohol y tabaco, sal, grasas y azúcares, además de la falta de actividad física, por lo cual las personas que tengan presentes estos malestares son propensas a desarrollar dicha enfermedad, si no es que ya la padecen y no lo saben.
Por ello, es importante que las personas se realicen una revisión de salud al menos una vez al año y más si presentan algún síntoma o cumplen con algún factor de riesgo; si ya se padece de hipertensión es importante considerar que tengan un control de la presión arterial cuando los valores se acercan a la normalidad; lo ideal es tener el ritmo por debajo de los 140/90 mmHg, lo cual nos da una idea para saber si la presión arterial se encuentra en buen estado.
Además, deberán buscar un tratamiento completo que incluya tres cosas importantes: por un lado que el medicamento prescrito sea por un doctor, el cual nos ayudará a controlar la presión arterial y sobretodo el cambio en los estilos de vida, los cuales incluye disminuir el consumo de alimentos ricos en sal, grasas y azúcares, aprender a incluir en la alimentación lácteos bajos en grasas, es decir, preferir los descremados o semidescremados, de igual manera incrementar el consumo de pescado o pollo sin piel, preparar los alimentos con aceites vegetales y no con mantequilla, manteca o margarinas, acompañarlos con aguacate, incluir en la dieta oleaginosas como las nueces, pistaches, cacahuates o almendras, consumir leguminosas como frijoles, alubias, lentejas, preferir cereales como el pan y tortilla integral, y finalmente, incrementar el consumo de frutas y verduras preferentemente con cáscara.

Por otra parte, deberán evitar los alimentos que se encuentren industrializados, ya que son alimentos ricos en sodio, los cuales si los consumen frecuentemente y en gran cantidad puede provocar una elevación en los niveles de la presión.
De igual manera, es sumamente importante beber los líquidos adecuados como agua simple y evitar los refrescos, jugos, entre otros; también disminuir el consumo de alcohol y dejar de fumar, junto a la realización de alguna actividad física que incluya al menos una hora de caminar o correr; si no se realiza ningún tipo de ejercicio se debe iniciar con una rutina sencilla y con el tiempo irla incrementando tanto en intensidad como en tiempo, de manera que se obtengan los beneficios buscados.
Si no se realizan todos estos cambios las posibilidades de generar complicaciones a mediano o largo plazo se incrementan, donde las principales enfermedades asociadas a la hipertensión son complicaciones en el corazón, infartos, problemas en la visión que pueden conllevar al desprendimiento de la retina, afección renal e inclusive generar alguna discapacidad que puedan originar un derrame cerebral o parálisis.
Por todo lo anterior,es importante recordar que muchas de estas características se pueden prevenir si buscamos un estilo de vida saludable que incluya una alimentación adecuada, realizar ejercicio o alguna actividad física y cuidar el peso; de esta manera se busca mejorar la calidad de vida de las personas; el llevar una forma de vivir inadecuada es la fórmula perfecta para la generación de enfermedades no sólo como la hipertensión, sino también la diabetes, o inclusive afecciones tan graves como el cáncer, por lo que hay que recordar que lo importante es siempre “aprender a comer, para estar bien”.
