Los espacios llamados “casitas” habrían sido instalados en el patio del penal y serían administrados por un reo de nombre Arturo ("El Cachibombo"), quien recibiría 20 mil pesos diarios por la renta
Por: Redacción
Espacios acondicionados, llamados “casitas”, destinados para las visitas conyugales de los internos, habrían sido instalados en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de San Miguel y que serían administrados por un reo de nombre Arturo ("El Cachibombo"), quien recibiría hasta 20 mil pesos diarios por la renta.
De acuerdo con una publicación del portal e-Consulta, para ocupar dichas áreas los presos del centro penitenciario pagarían 120 pesos por un día o 15 pesos por una hora para tener visitas íntimas, sea con sus parejas sentimentales o con sexoservidoras.
Las llamadas “casitas” serían espacios de metro y medio de ancho por dos y medio de largo, improvisados con sábanas, cobijas y lonas atadas a lazos a un costado del patio.
Fue en uno de estos lugares donde una mujer perdió la vida luego de recibir varias puñaladas que su pareja sentimental le asestó cuando intentó terminar su relación.
A pesar de que el penal tiene un área con dormitorios para visitas íntimas, estos estarían controlados o bajo el poder de un grupo de internos que rentaría hasta dos espacios para mantenerse alejado del grueso de los reos.
El portal refiere que "El Cachibombo" recolecta las cuotas para posteriormente dividirlas con mandos y custodios de la prisión, pero además tiene los derechos de cobrar cuotas por la venta de cigarros, el ingreso de prostitutas y el uso de telefonía celular, así como una paletería y una farmacia. Arturo fue detenido en 2004 por el delito de secuestro.
El 16 de mayo, el periodista Rodolfo Ruiz reveló que la organización criminal "Los Zetas" controlaría las actividades en el Cereso de San Miguel, al citar testimonios de internos que habían señalado a esta célula delictiva como la apoderada del centro penitenciario.
Algunos presos –añadió Rodolfo Ruiz– apuntaron que Eulalio “El Michoacano” operaba en el penal de San Miguel, antes de que “Los Zetas” tomaran el control a través de Eduardo González Barrera, conocido también como Ángel Hernández Hernández.
Ese mismo día, 24 Horas Puebla dio a conocer que un grupo de reclusos poseía presuntamente el control de aspectos internos en el penal, de acuerdo con una recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
