Las Serpientes
Por Ricardo Morales Sánchez /[email protected]
La elección del Estado de México, como lo dije en la pasada entrega, sin duda va a dejar muchas lecturas en torno a 2018, pero también sobre lo que la sociedad quiere.
El entorno general gira en torno a un cambio en todo lo establecido y que no ha funcionado, esto explica el alto nivel de rechazo hacia los partidos políticos tradicionales como el PRI, PAN y PRD, así como los altos niveles de aprobación de Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador.
Desde el referéndum de la Gran Bretaña (Brexit) para ver si se separaban o no de la Comunidad Europea, pasando por las elecciones celebradas en 2016 en los Estados Unidos, lo que se advierte en todo el mundo es un “voto antisistema”, el cual beneficia a las nuevas fuerzas políticas o a las emergentes, en este caso Morena y López Obrador.
Es precisamente esta oleada la que ha hecho posibles virajes tan importantes como el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos o el hecho de que en la elección del Estado de México, Delfina Gómez, la candidata de Morena, pelee de tú a tú con el candidato priista Alfredo del Mazo Maza.
El mood social es el clima que prevalece antes y durante un proceso electoral. El Estado de México, como en casi todo el país, está a favor del cambio, el tema es saber si en realidad la candidata de Morena puede catalizar este “clima” a su favor o se queda corta en las expectativas.
En una anterior entrega mencioné que el peso electoral de López Obrador es otro factor importante, el cual inclina la balanza a favor de su candidata, ya que el peso electoral de El Peje es muy importante, aunque el tema, insisto, es saber si Morena y su candidata podrán aprovechar el mood social a su favor.
Dependiendo de lo que ocurra en el Estado de México, podemos hacer una proyección de lo que puede ocurrir en Puebla, en donde el mood social también está a favor de un cambio, sólo que no ha habido quién pueda capitalizarlo.
De acuerdo con los últimos estudios demoscópicos realizados como el de Más Data, 55% de los poblanos quiere un cambio de rumbo y administración, mismo que ya se advertía desde las pasadas elecciones de 2016, donde Tony Gali y la alianza Puebla Sigue se alzaron con el triunfo, asegurando la continuidad del proyecto morenovallista.
El tema es que la candidata priista Blanca Alcalá, la principal representante de la oposición, no supo distinguir este momento ni mucho menos capitalizar el clima de inconformidad generalizado tras los seis años de la pasada administración.
No obstante, las cosas se ponen difíciles, si Morena gana en el Estado de México, el status quo creado por el morenovallismo se puede perder, en caso de que los candidatos del partido de López Obrador sepan capitalizar de manera adecuada este malestar generado por el actual proyecto político que gobierna Puebla. “Todo arde si le aplicas la chispa adecuada”, reza la canción de los Héroes del Silencio.
El tema es saber si realmente habrá alguien con los tamaños y tan avezado que sepa capitalizar este tema y cuente con el impulso que le pueden dar a las campañas, un posible triunfo de Morena en el Edomex y la presencia de López Obrador en las boletas, lo cual cambia todo el panorama.
El mood social está a favor del cambio, pero es necesario encontrar al personaje que pueda capitalizar ese clima social y a su vez transformarlo en confianza que se traduzca en votos.
El tema de la continuidad es algo que también debe de preocupar en las filas del morenogalismo, la mayoría de los poblanos ya no está a favor del proyecto que arrancó en 2010, aunque ese deberá ser tema de otras columnas.
