Por: Guadalupe Juárez  / @lup24horas

“Un gobierno ciudadano”, la frase resonó a 120 días entre las cuatro paredes del Auditorio de la Reforma. Y a ello lo acompañó otra: inclusión.

Para muestra la mesa principal formada en media luna centró los reflectores, en lo que lo mismo estuvieron representantes de las siete etnias de la entidad, priistas, panistas, delegados federales, y representantes de los otros dos poderes del estado.

Así como el rector de la BUAP Alfonso Esparza Ortiz y sobre todo Emilio Baños Ardavín de la UPAEP y cabeza visible de la organización de El Yunque, que mantiene abierta una confrontación con el morenogalismo.

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Cada uno fue nombrado. Los mensajes no se centraron en ningún tema político, la agenda, al menos este día, giró en torno a temáticas ciudadanas, a pesar de que marca en un calendario próximo los comicios de 2018.

Al frente están dos personajes cuyos nombres, apuntan, podrían estar en la boleta: Martha Erika Alonso y Luis Banck Serrato, pero ni ellos roban la atención de los presentes.

El orador principal es el gobernador del estado, José Antonio Gali Fayad. Presenta sus tres meses al frente del gobierno estatal como un proyecto ciudadano, cuya ruta a seguir –asevera– es la voz de los ciudadanos que escuchó en campaña.

Sabe y reconoce que el tiempo no es mucho. Por eso alza la voz. Reconoce a su equipo por los avances presentados, pero les pide más.

“A mi equipo de trabajo le agradezco su empeño, su lealtad y profesionalismo, pero le pido, le exijo que dé más. Mucho más para satisfacer las necesidades, esperanzas y expectativas de una sociedad informada, demandante y activa como lo es la poblana”, remarca.

No evade los problemas que lo rondan, los confronta y sin rodeos manda el mensaje de que bajo su gobierno no habrá impunidad.

El cobijo de los presentes se refleja en muestras de apoyo, las mismas que hace un año se volcaban en la imagen de un candidato. No han cambiado, él tampoco.

Gali Fayad no se desmarca de su antecesor, le reconoce su trabajo. También insiste en que hay grupos que no se sintieron incluidos en ese progreso, pero que hoy él los adherirá a su proyecto.

“Gracias al trabajo incansable que se ha hecho desde hace más de seis años, somos un estado fuerte, dinámico y con crecimiento sostenido. Los resultados están a la vista; hoy Puebla es otra. (…) Es cierto que los avances en algunos no alcanza aún el fin deseado, pero hemos logrado lo más difícil: romper la inercia del retroceso para seguir el camino del progreso”, lanza.

El Auditorio vuelve a estallar. Su nombre es un coro. Los aplausos no cesan. Pero el gobernador sigue con prisa, como aquel primer día de gobierno en los que echó a andar varias de las acciones que presume.

“Desde el inicio de mi gobierno tuve claro que no podíamos perder un solo minuto. En estos tres primeros meses de gobierno hemos atendido problemas cruciales para la sociedad y brindado respuesta a muchas de sus demandas”, –continúa- “han sido meses de intenso trabajo. Hemos puesto a las personas y sus necesidades en el centro de nuestra actuación”.

Ya han pasado 120 días. José Antonio Gali Fayad es el mismo. Tiene prisa. Prisa que durará otros 18 meses.

. Los asistentes aplaudieron lo conciso del Plan de Desarrollo y los logros de gobierno. / JOSÉ CASTAÑARES
. Los asistentes aplaudieron lo conciso del Plan de Desarrollo y los logros de gobierno. / JOSÉ CASTAÑARES

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