El ex soldado de El Yunque reafirmó en el Comité Directivo Estatal del PAN su militancia; refrenda su denuncia por daño moral
Por Osvaldo Valencia
Luis Eduardo del Sagrado Corazón Paredes Moctezuma es, por donde se le vea, un hombre acostumbrado a la polémica.
Decidió exiliarse por 12 años de la política local, pero hoy está de vuelta con un amplio expediente debajo del brazo para exhibir de qué está hecho Eduardo Rivera Pérez, a quien responsabiliza de la persecución en su contra cuando era dirigente estatal del PAN y que derivó en su inhabilitación como servidor público y su expulsión.
Dice que él estaba convencido del retiro del ámbito político, pero regresó porque el propio Rivera Pérez decidió desempolvar los amargos recuerdos de más de una década de lucha en tribunales, donde consiguió echar abajo todas las acusaciones en su contra y hasta recuperar su militancia panista.
Su reaparición, arguye, no tiene nada que ver con los tiempos electorales y las aspiraciones políticas del cachorro de El Yunque, las cuales poco le interesan.
Él, Luis Paredes, quiere venganza: que Lalo Rivera pague por el daño a su honor, por eso decidió denunciarlo ante un Tribunal Civil.
“Tengo dos cajas llenas de recortes de periódicos de lo que pasó”, afirma contundente.
La herida de Luis Paredes fue reabierta y como ex soldado de El Yunque sabe cómo estar preparado para la batalla.
Polvos de otros lados
El polémico ex presidente municipal del PAN en Puebla, Luis Paredes Moctezuma, acudió al Comité Directivo Estatal (CDE) del PAN para reafirmar su militancia y refrendó su denuncia por daño moral contra Eduardo Rivera Pérez, quien siendo líder estatal –dice– operó para que iniciaran una persecución en su contra, lo inhabilitaran y lo denostaran.
Los procesos jurídicos, reveló, ya los ganó en los tribunales, mientras que su expulsión del PAN la tuvo que revertir ante el Tribunal Electoral, pues el Comité Municipal, Estatal y Nacional decidieron expulsarlo del partido.
Detrás, argumenta, siempre estuvo la mano de Rivera Pérez.
Pero ese fue un flanco.
El otro que el ex presidente municipal panista –quien derrotó en una contienda interna al hoy presidente de la Junta de Gobierno de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), institución semillero de la derecha poblana, Francisco Emmelhainz– tuvo que hacer frente, fue por sus cuentas públicas en su periodo de gobierno entre 2002 y 2005. Ufano, Paredes aclaró que esa batalla también la obtuvo en los juzgados.
“Jurídicamente la verdad es mía”, sostuvo al mediodía de ayer en las oficinas del panismo estatal.
Los reporteros que acudieron intentaron poner en duda las razones de Paredes Moctezuma. La principal pregunta: ¿Por qué ahora presentar una demanda por daño moral contra Eduardo Rivera?
Sonriente, el ex yunquista fue tajante: porque su compañero de partido reabrió la herida.
Fue el 9 de abril pasado, explicó, cuando en una entrevista para Diario Cambio, el delegado especial del PAN en el Estado de México aseguró que “era necesario” el proceso de inhabilitación contra Paredes Moctezuma, pero a diferencia suya, la sanción que le impuso el actual Congreso del estado por no comprobar casi 270 millones de pesos de su cuenta pública de 2013, “es una terrible injusticia”.
Esa declaración, puntualizó Luis Eduardo del Sagrado Corazón, fue la gota que derramó el vaso, la razón que lo obligó a salir de su exilio.
“Debo decir que ahorita a Eduardo (Rivera) le están haciendo exactamente lo mismo que él me hizo. Después de 12 años en donde yo guardé prudente silencio, traté de no dañar al partido, de no hacer ya más ruido, esto implicó para mí salir al exilio (…) Después de todo esto, 12 años después él insiste en señalarme culpable de todo lo que dijo, yo dije ‘ahora si ya basta’”, afirma.
Pero, aclara que el interés de irse jurídicamente en contra del ex edil no es político, revanchismo o afectar su futuro. “Mi tema es: él mintió, él me difamó, la verdad jurídica me asiste (…) No me interesa el proceso electoral. Yo no lo reviví, él lo revivió, fue él e insiste en señalarme culpable. Ya basta, ahora él debe pagar las consecuencias de todas sus mentiras”.
Incluso, reiteró, que esperó a interponer la demanda hasta que pasaran las elecciones en el Estado de México, Coahuila, Veracruz y Nayarit, pues no era el tiempo más propicio.
La demanda por daño moral se dio a conocer el lunes pasado, el mismo día que Rivera Pérez anunció su gira al interior del estado para buscar un lugar en la boleta electoral de 2018, pese a estar inhabilitado.
“Yo no sabía que Eduardo iba a anunciar lo que anunció, no sabía que iba a venir a refrendar, de eso yo no sabía nada, se supo porque las cosas se filtran”, aseguró.
Por sus palabras, Paredes Moctezuma sólo quiere la venganza contra Eduardo Rivera, el panorama electoral panista “lo tiene sin cuidado”. Se rehúsa a fijar una postura o respaldo a algún aspirante hacia la gubernatura o alcaldía.
“Me tiene absolutamente sin cuidado. No voy contra ninguno, no voy con ninguno. No voy a estar en el proceso. Cuando el PAN era otra cosa nos convocaba y ahí estábamos, hoy me daría flojera”, afirma.
Y se sincera diciendo que lo único que espera son dos cosas: una indemnización económica y una disculpa pública, lo que considere el juez.
Luis Eduardo del Sagrado Corazón Paredes Moctezuma está de regreso y en sus ojos no puede ocultar su ansia de venganza… aunque haya tenido que esperar 12 años.
