La sospechosa ausencia de crítica en Morena
A diferencia de otras ocasiones en que el ala dura de Morena en Puebla aprovechaba cualquier desliz del alcalde de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, para lanzarse en contra suya, hoy guarda una sospechosa prudencia y cuidado en sus palabras contra el munícipe. Un brutal video que sacó a la luz una presunta red de corrupción que opera en las áreas de seguridad pública y vialidad de ese municipio, cuyos ingresos irían a parar a los bolsillos de jueces, comandantes, funcionarios y hasta del presidente municipal de marras, hubiera sido el pretexto perfecto para que los rivales del cholulteca en la carrera por la gubernatura los destrozaran públicamente y exigieran una amplia investigación a manos de la Comisión de Honestidad y Justicia. Pero no. Tibias declaraciones. Respuestas a medias. Sugerencias de posibles castigos y hasta un respaldo abierto del dirigente estatal de Morena, Gabriel Biestro Medinilla, fue lo que la opinión pública se encontró. En el extremo, el inefable líder pejista se atrevió a sugerir que todo formaba parte de una estrategia del PAN para afectar la imagen de Morena. La actitud asumida nos deja algunas reflexiones, pero la más importante es que los pejistas poblanos cerraron filas porque están cerca los tiempos para la definición de las candidaturas rumbo a 2018 y nadie quiere ser acusado de dividir al partido. ¿Será?
Paredes vs Rivera
Eduardo Rivera Pérez nunca se imaginó que sería víctima de su pasado. Cómo olvidar que fue uno de los principales responsables de enfocar todas las baterías políticas contra Luis Paredes Moctezuma, en ese tiempo alcalde de Puebla. Lalito en ese entonces respondía a una sola consigna: evitar a toda costa que el ex munícipe se convirtiera en el candidato del PAN a la gubernatura y desplazara a El Yunque del centro del poder. La encomienda se cumplió. Hoy, cosas de la vida, Eduardo Rivera denuncia lo mismo que él hizo y se victimiza de una acción que avaló en el pasado. ¿Será?
Priistas al acecho
El priismo poblano sufre desde 2010 un duro complejo que les imposibilita ser felices o disfrutar un triunfo. Los resultados del Estado de México lo comprobaron. La pírrica victoria de Alfredo del Mazo Maza dejó a la vista que al tricolor le costará mucho trabajo ganar las elecciones en 2018 y deberán tener mucho cuidado en la selección de sus candidatos. Los que realmente han sabido leer lo ocurrido en la tierra de Enrique Peña Nieto saben que se requiere de un esfuerzo titánico, alianzas y mucho, mucho dinero para desplegar una movilización que les arroje un resultado relativamente positivo. ¿Será?
