Encrucijada
Por Luis Antonio Godina / [email protected]
El primer domingo de junio el PRI obtuvo –en las cuatro elecciones en juego– dos millones 653 mil 386 votos, casi 150 mil más que el segundo lugar.
Esta cifra ha sido criticada por los adversarios del PRI, quienes acusan que las ventajas fueron mínimas, que el partido perdió muchos votos, que sus candidatos triunfadores llegan con muy poca legitimidad; en fin, con muchos argumentos en contra.
Lo cierto es que el PRI, después de los comicios en el Estado de México, Coahuila, Nayarit y Veracruz, resultó ser el partido más votado por los ciudadanos.
A nivel nacional, de acuerdo con las encuestas, el panorama para el PRI es, al igual que para todos los partidos políticos, de disputa por los votos, de lucha por cada centímetro del electorado.
Por eso el PRI debe escuchar las voces de sus militantes, seguir abanderando las mejores causas, impulsando a sus candidatos.
Hay que escuchar a todas las voces que hablan de acercar al partido con la sociedad, ignorarlas sería un error.
Además, es necesario mantener la construcción de un partido que ofrezca a los mexicanos soluciones.
Un partido que sume y multiplique, no que reste y divida.
Los resultados electorales muestran que las elecciones son el campo de batalla donde deben prevalecer las ideas, las ofertas de campaña, las propuestas.
Las elecciones, si bien son un contraste de ideas, deben permitir al final construir puentes de entendimiento.
Escuchar y así construir el futuro. Nada más, pero nada menos.
México necesita ser escuchado y el PRI está a la cabeza de quienes deben atender ese llamado.
