Bitácora

Por: Pascal Beltrán del Río

1) Fue el Congreso de la Unión —muchos de los actuales legisladores, incluidos— el que decidió poner en el texto constitucional que el fiscal para asuntos electorales pueda ser removido “libremente” por el titular de la PGR (artículo transitorio décimo octavo de la reforma político-electoral de 2014). Esa reforma requirió el aval de mayorías calificadas en una y otra Cámara.

2) ¿Qué significa “libremente”? Quizá lleguemos a requerir de la interpretación de la Suprema Corte, por aquello de que la Constitución no dice lo que dice, sino lo que la Corte dice que dice. Pero en buen castellano, libremente significa que no requiere permiso, motivo específico ni justificación. El Constituyente Permanente —y nadie más— decidió que el titular de la PGR no los necesita.

3) ¿Tiene Alberto Elías Beltrán, subprocurador y encargado de despacho de la PGR, las facultades del procurador? Nuevamente, este asunto bien podría dirimirse ante el Poder Judicial, pero por simple lógica sí, porque el objetivo de tener a un encargado de despacho es que la institución no se paralice. En México todos los cargos públicos tienen suplente, salvo el Presidente.

4) La facultad inédita que ejercerá el Senado en este caso es eminentemente política. No es técnico legal. Si lo fuera, los integrantes del Senado incurrirían en conflicto de interés, pues estarán votando por avalar la remoción o forzar la reinstalación de un funcionario que eventualmente pudiese investigarlos. Quien quede en la Fepade deberá un favor a varios.

5) Si los senadores van a tomar su decisión con base en una explicación verbal por parte de los protagonistas de este diferendo sobre si Santiago Nieto Castillo violó o no el debido proceso, tendrían que ser todos abogados. ¿De qué otra forma decidirían quién tiene razón? Nuevamente: esta no es una discusión en la que pesen argumentos legales, es una discusión política.

6) Por robarle una expresión a mi compañero de páginas José Elías Romero Apis, este asunto no se resuelve con argumentos, sino con una calculadora. La razón la tendrán quienes logren sumar más votos a favor o en contra de la decisión de Elías de remover (que no despedir) a Nieto. De estar presentes los 128 senadores, la mayoría se logra con 65 votos.

7) En ese sentido, me parece innecesaria la presencia de Elías y Nieto en el Senado. ¿De verdad los senadores se van a dejar convencer? Como ya dije, aquí no hacen falta las explicaciones desde el punto de vista legal. Es más, si se decide que Nieto permanezca, quedará marcado como un fiscal inclinado hacia algunos partidos. Mientras menos hable, mejor.

8) No entiendo por qué Nieto no consignó ante el juez el expediente contra Emilio Lozoya por delitos electorales en lugar de denunciar amenazas. Para todo el que madruga hay alguien que no duerme. A menos de que haya otra prueba de amenazas, la carta pública de Lozoya no las contiene. ¿Hay suficientes evidencias del delito electoral (Odebrecht) o no las hay?

9) Tampoco entiendo todas las explicaciones que verbalmente y por escrito ha dado el encargado de despacho de la PGR. Si considera que Nieto hizo la mitad de las cosas que hizo, éste debería estar consignado ante un juez, no sólo removido. Además, la mitad de los senadores (números redondos) considera que Elías ni siquiera tenía la facultad de remover a Nieto.

10) Los que así piensan, ¿cómo van a justificar la convocatoria a Elías para que se presente ante el Senado? Si no tiene las facultades del procurador, ¿en qué condición lo llaman? Si creen que no tenía la facultad de remover a Nieto, ¿importan las explicaciones que dé a los senadores? Nuevamente, ¿esas explicaciones buscan convencer a alguien o son coartada?

11) Aquí no hay puros ni inocentes. Hay partes en conflicto que buscan ventajas políticas y se mueven por intereses. Por un lado, dos bloques de partidos representados en el Senado: el oficialista y el de la oposición unida. Por otro, dos personajes de tamaño político desigual: el presidente Enrique Peña Nieto y el fiscal en veremos Santiago Nieto Castillo. Si gana el segundo, será inusitado.

 

BUSCAPIÉS

Se anticipó el lunes en este espacio: la polémica por la remoción del titular de la Fepade produjo ayer un choque de trenes en el Senado de la República. Tomar la tribuna y reventar la sesión no forman parte de los usos y costumbres de la Cámara Alta. Para este mediodía, cuando se reanude la discusión sobre el procedimiento para decidir el futuro de Santiago Nieto Castillo, el pronóstico es reservado.

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