No hay manera de entender el sentimiento que imprimió Javier Solís a temas inmortales de la música ranchera como Llorarás, Llorarás y Renunciación, hasta saber que fue un niño no reconocido por su padre y abandonado por su madre, además de estar marcado por la miseria de aquel México de los 40. Si no sabe de lo que le hablo, basta con […]