Rodolfo Avendaño, representante de la minera, desestimó la expectativa generada por la instalación de una hidroeléctrica en esta zona

 

Por Mario Galeana

La compañía Autlán no ha hecho una sola promesa de generación de empleos en los tres municipios de la Sierra Negra donde pretende construir una hidroeléctrica, aseguró el apoderado legal de las empresas promoventes del proyecto, Rodolfo Avendaño Martínez.

Ahí, en la Sierra Negra, la tierra donde “están muy olvidados por la mano de Dios” –como la define–, Avendaño Martínez estima, sin dar por hecho, que a lo sumo la construcción de los complejos hidroeléctricos Coyolapa y Huitzilan-Atzalatl, en los municipios de Zoquitlán, Coyomeapan y San Sebastián Tlacotepec, generarán entre 300 y 400 empleos por  dos años.

FOTO“Nosotros no hemos prometido esos 600 (empleos) porque ni siquiera conocemos bien a fondo cuánta gente necesitaremos. No podemos prometer nada. Hablamos de números aproximados. Y en la región no tienen gente capacitada aunque no es culpa de ellos, ¿verdad? Es por culpa de cómo está la situación en México. Pero allá, lamentablemente, no hay gente capaz”, señala el apoderado legal de las empresas.

Avendaño Martínez otorgó a 24 Horas Puebla una entrevista telefónica desde Tezitulán, en la Sierra Norte, donde el consorcio Autlán posee una de sus tres plantas siderúrgicas (el par restante está en Veracruz y Durango), que es alimentada por la hidroeléctrica Atexcaco.

La generación de esta hidroeléctrica alcanza los 38 megavatios (Mw), pero para el emporio es insuficiente. Así nacieron los proyectos hidroeléctricos Coyolapa y Huitzilan-Atzalatl que, con una capacidad de producción en conjunto de 33 Mw, solventarían la necesidad de energía de Autlán y su recién creado Grupo Ferrominero de México (GFM). Energía que, con la entrada en vigor de la Reforma Energética, ahora diseña hidroeléctricas y parques eólicos.

Pero, ¿cuáles serían los beneficios para la Sierra Negra con la llegada de ambos proyectos hidroeléctricos, a costa de la explotación de los ríos Coyolapa, Atzalan y Huitzilatl? Avendaño Martínez sólo nombra dos: empleos –pocos, reconoce– y caminos –que, al menos en los siguientes años, sólo beneficiarán a Autlán.

 

“No sabemos con exactitud cuántos empleos crearíamos en Coyolapa (localidad en Zoquitlán), pero serían alrededor de… si en Atexcaco creamos 600 empleos, y esta es una hidroeléctrica más pequeña, quizá unos… 300 o 400 empleos. Y eso, durante el tiempo de la construcción, que dura entre dos y tres años. Después vamos a crear empleos ya de por vida de la hidroeléctrica. Que ya son más pequeños, son menos. Pero serán 20 o 30 empleos”, indicó.

“El otro (beneficio) serían caminos de acceso. Por ejemplo, Zoqui-tlán es la ciudad más cercana al proyecto. De Zoquitlán al proyecto hay 25 kilómetros de una brecha horrible (en la) que no transita cualquier vehículo. Esos caminos de acceso los tenemos que arreglar para bien, por supuesto, primero para bien de nosotros, para poder entrar; pero luego se quedan para que los use la comunidad”, sostuvo.

La declaración de Avendaño Martínez supone que alguien ha mentido. El alcalde de Zoquitlán, Fermín González León, prometió de manera reiterada a los pobladores de aquel municipio la generación de, al menos, 600 empleos.

Las autoridades de San Sebastián Tlacotepec también aseguran que se les prometieron unos 200 empleos temporales.

“El beneficio para la comunidad es la mano de obra que darán a la ciudadanía. Nos dijeron (los representantes de Autlán) que son unos 200 o 300 empleos durante el tiempo que dure la obra, que son un par de años”, comentó en entrevista desde Tlacotepec de Porfirio Díaz el síndico municipal Braulio Oropeza.

 

. El síndico Braulio Oropeza senaló que se crearán 200 empleos. MARIO GALEANA
El síndico Braulio Oropeza senaló que se crearán 200 empleos.
MARIO GALEANA

Alcaldes y Autlán, aliados

La noticia sobre el arribo de una hidroeléctrica en la Sierra Negra ha generado un incipiente movimiento indígena que tiene como base las comunidades de Oztopulco y Pozotitla, en Zoquitlán, desde donde se acusa al alcalde perredista González León de haber sido cooptado por Autlán para promover el complejo hidroeléctrico.

Los pobladores señalan  que el alcalde ha acompañado personalmente a los representantes del emporio minero para motivar la venta de terrenos de la región para la construcción del proyecto.

El apoderado legal de las empresas Proyectos Hidroeléctricos de Puebla SA de CV y Compañía Hidroeléctrica de Puebla SA de CV lo confirma.

CORTESÍA MINERA AUTLÁN
CORTESÍA MINERA AUTLÁN

—Se ha señalado cercanía entre el presidente de Zoquitlán y la empresa, lo que ha sido visto con sospechosismo, en cuanto a que pudo haber una coacción por parte de ustedes…                                                                                                                   —La mera verdad —contesta Rodolfo Avendaño Martínez—, me da risa. Al señor le tengo mucho respeto y le agradezco que desde que llegamos allá nos ha apoyado, nos ha ayudado a decirnos en la región quiénes son los dueños, y se lo agradecemos mucho.

“El señor es de ahí, de la región, y nos ha expresado que qué bueno que se hizo algo en su pueblo porque están muy olvidados de la mano de Dios.

“Entonces, los políticos (que están) en contra de él sacan estas cosas que no tienen fundamento. Eso es lo que puedo decirles.

Avendaño Martínez observa en las organizaciones que asesoran a los pobladores indígenas que se oponen a la llegada de la hidroeléctrica, como la Comisión de Derechos Humanos y Laborales del Valle de Tehuacán, a un puñado de activistas –quizá movidos por políticos– que han “dividido” y “envenenado” a las comunidades.

“Estoy de acuerdo con ellos en el principio de proteger el ecosistema, el agua, la tierra. En lo que no estoy de acuerdo es que vayan y envenenen a la gente de la comunidad, y que creen divisionismo y les lleven cosas falsas (…) Y sólo con la idea de provocar efectos negativos, crear divisiones, ganar dinero… no sé qué buscan… si son movidos por políticos, no sé. No los entiendo”, declaró.

 

CORTESÍA MINERA AUTLÁN
CORTESÍA MINERA AUTLÁN

“Es una hidroeléctrica pequeña y no causará daños”

El apoderado legal rechazó, por otra parte, los señalamientos de los pobladores de Zoquitlán, quienes temen que con la llegada de la hidroeléctrica y el entubamiento de los ríos Coyolapa, Atzalan y Huitzilatl la vida en la Sierra Negra cambie.

“Los impactos en ecosistemas suceden cuando la hidroeléctrica crea grandes embalses y crea presas de 50, 100 o 150 metros de altura, y unos 200 o 400 metros de largo. Creas un embalse de 60 millones o de 100 millones de metros cúbicos de agua y por supuesto que impactas al ecosistema. En nuestro caso, las hidroeléctricas de Atexcaco y Coyolapa, son hidroeléctricas que se llaman ‘al filo del agua’, eso quiere decir que no hacemos almacenamiento”.

“En Coyolapa, el proyecto contempla la instalación de una cortina que va a tener 19 metros de largo y 5.5 metros de altura (…) No le llamamos presa porque luego la gente que está en contra de las hidroeléctricas empieza a decir: ‘será una presa, y las presas cambian los ecosistemas’, y es bien diferente, ¿verdad? Esas hidroeléctricas que te estoy diciendo, de 100 metros de altura, son de 600 u 800 Mw, como las que tiene la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Nosotros estamos hablando de 18 Mw (33 Mw si se suma el complejo Atzalan-Huitzilatl). Entonces, ¿cambios al ecosistema? Pues no tendremos hidroeléctricas”, afirmó.

Sin embargo, lo dicho por Avendaño Martínez no coincide con el permiso condicionado que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) otorgó a las empresas en marzo de este año, donde se indica que el Proyecto Hidroeléctrico de Coyolapa tendrá una cortina de 22 metros y de altura y 108 metros de longitud.

Sobre el Proyecto Hidroeléctrico Atzalan-Huitzilatl el documento indica que se trata de dos cortinas con una altura de 4.5 y un metro, respectivamente, además de 33 y 18 metros de longitud.

CORTESÍA MINERA AUTLÁN
CORTESÍA MINERA AUTLÁN

 

Autlán aún no negocia con CFE producción de energía

El representante de Autlán indicó que el emporio aún no posee un convenio firmado ante la CFE sobre la producción de energía que se generará con la hidroeléctrica en caso de que sea aprobada por las comunidades indígenas.

En la hidroeléctrica de Atexcaco, construida en 2011, Autlán y CFE acordaron un convenio de autoabastecimiento en el cual la empresa deposita en un circuito nacional la cantidad de energía que crea y ésta le es, en términos asequibles, descontada de su recibo de pago.

“Si entregamos 100 kilovatios, 100 kilovatios nos descuentan”, ejemplifica.

Pero la entrada de la Reforma Energética modificó este y el resto de los convenios entre las plantas privadas y CFE, por lo que el representante de Autlán no puede precisar qué ocurrirá con la energía que se produzca gracias al cauce de los ríos Coyolapa, Atzalan y Huitzilatl.

“Ahora lo que generes va a al mercado. Y entonces, al mercado se distribuirá conforme a la Comisión Reguladora de Energía (CRE). Lo puede vender cerca de ahí, en la región, o lejos (…) O alguien que la consuma cerca de la región.

“Pero son otros panoramas que se manejarán de acuerdo con la Reforma Energética, de acuerdo las leyes que se están haciendo ahora. Ya no es tan sencillo como antes”, concluyó.

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