La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía  / @QuintaMam 

En muy poco tiempo, Ricardo Anaya logró lo impensable: unir a todos en su contra.

La más reciente crisis del Partido Acción Nacional tiene que ver con la anunciada salida de Margarita Zavala de sus filas.

A través de Ciro Gómez Leyva, uno de los periodistas adictos a Felipe Calderón, la esposa del ex presidente envió el mensaje de que buscaría una candidatura independiente que le permita estar en las boletas en 2018.

Tras este amago, Zavala dijo vía Twitter que este viernes fijará una postura a las dos de la tarde.

Las reacciones no se hicieron esperar.

Rafael Moreno Valle, bajofirmante de una carta hecha al alimón con nuestro personaje, hizo una crítica a quienes se niegan a ir a una elección abierta al interior del Frente Ciudadano de México.

Palabras más, palabras menos, señaló que quienes no pueden ganar una candidatura mediante ese procedimiento, menos podrán ganar la Presidencia de la República.

Es claro que, después de meses de desencuentros, Margarita Zavala y Moreno Valle tienen una alianza muy concreta.

Y es que coinciden en lo esencial: evitar que Ricardo Anaya se convierta en el candidato del Frente utilizando la estructura panista.

Un picapedrero de Anaya, el senador Ernesto Ruffo, salió a descalificar a los dos, de acuerdo a una nota publicada por Reforma:

“A pregunta expresa, Ruffo consideró que varios de los senadores que respaldan las aspiraciones de Zavala o del ex Gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, podrían sumarse a una eventual candidatura presidencial de José Antonio Meade, como abanderado del PRI.

“‘Los traidores están aquí, como el presidente del Senado, (Ernesto) Cordero, que no tuvieron recato alguno en traicionar a su partido’, expresó.

“‘Pero bueno, son también parte de una élite conocida, que se ponen de acuerdo en poner jueces y también a veces gente del IFT’.”

Desde tiempos inmemoriales, los golpes suelen ser respondidos con golpes, no con caricias.

Hay que decirlo: la eventual salida del PAN de la esposa del ex presidente Calderón pondría en desventaja al Frente Ciudadano, sobre todo si Anaya aparece como candidato del mismo.

La duda mata: ¿qué pasaría si Margarita Zavala cumple con su amenaza?

De entrada, partiría al PAN en dos en beneficio del PRI y su candidato.

La señora Calderón no ganaría la elección, pero Ricardo Anaya tampoco.

Y es aquí donde la figura de José Antonio Meade se robustecería.

Los Calderón lo conocen bien —fue secretario de Hacienda durante su sexenio—y le guardan simpatía y afecto.

Eso lo saben Anaya y sus asesores —el metálico Jefe Diego y el anticlimático Santiago Creel—, por eso están urgidos de evitar una catástrofe.

Les quedan pocas horas para amarrar acuerdos.

Tic tac, tic tac.

Lo que no pudieron hacer en meses lo quieren hacer en horas.

Ladran los perros en las faldas de 2018.

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