La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía/ @QuintaMam 

Unas horas duró el escándalo de Reforma que pretendía involucrar al gobernador Tony Gali Fayad y al ex gobernador Rafael Moreno Valle en un supuesto caso de financiamiento ilícito  proveniente del empresario Juan Vergara.

Las fuentes en este caso están tan desacreditadas que sólo contaron con los altavoces de un diario que guarda agravios en contra de los arriba citados.

Lo peor es que esos dicterios se los cobra en el peor estilo del periodismo aldeano.

En el pasado reciente, en 2013 y 2016, Reforma acusó al gobernador Gali con una denuncia idéntica sobre un departamento en Miami, misma que no fue cotejada por sus editores.

De haberlo hecho se hubieran ahorrado la vergüenza de sendas cartas aclaratorias que demostraban que dicho departamento no tenía nada que ver con la familia Gali.

La fuente de la más reciente denuncia, Violeta Lagunes, es célebre no sólo por lanzar refrescos de lata en contra de perredistas desde la tribuna de San Lázaro, sino porque en 2016 inventó y propagó que el propio Tony Gali había sido detenido faltando unas horas para los comicios que lo llevaron a la gubernatura.

Cuando la mentira se cayó, Violeta se calló.

Éste es el penoso nivel de Reforma y de sus fuentes.

Pena ajena.

Por cierto: quienes aseguraron que el escándalo era promovido por el inquilino de Los Pinos no dieron en el clavo.

Una embestida de ese nivel incluye, en primerísimo lugar, a Televisa y El Universal.

No fue el caso.

Se trató, sí, de un vulgar asunto de pesos y centavos.

 

Ecos de un Caso Cerrado

Voces interesadas en desacreditar a Edgar Salomón Escorza, nuevo titular del Tecnológico de Huejotzingo, circularon la versión de que tenía un proceso judicial abierto por el caso de una supuesta violación.

Nada más equivocado.

El 17 de noviembre de 2015, la jueza Naela Márquez Hernández determinó el no ejercicio de la acción penal, con lo que quedó cerrado el tema que hoy quieren revivir algunos desinformados.

 

La Casa En Pie

Ella misma lo dijo: “Recibí una casa en ruinas, endeudada, un municipio evaluado como uno de los peores del país”.

Hoy, Mely Macoto, puede presumir que las cosas han cambiado en Coronango, donde es presidenta municipal, y donde se quedará hasta el final de su administración pese a que el PRI, su partido, la invitó a ser candidata a una diputación federal.

No cualquiera puede presumir de lo primero y decirle “no” a lo segundo.

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