Foto: Especial

Historial. El especialista en derecho procesal penal tuvo varios cargos en Ciudad de México en el TSJ y en la extinta PGR.


Héctor Carreón Herrera ha pasado de ser delegado de la Procuraduría General de la República (PGR) en la entidad, a Durango y subprocurador en la capital del estado.

Sin escándalos, a excepción de columnas periodísticas que lo acusaron de golpear a su esposa, el aspirante a la Fiscalía General del Estado (FGE) ha centrado su carrera en las aulas y publicaciones especializadas sobre el Sistema Penal Acusatorio.

En la actualidad es director General del Instituto de Estudios del Proceso Penal Acusatorio AC.

Carreón Herrera es licenciado en Derecho por la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), especialista en Derecho procesal penal y Derecho penal americano. 

También ha formado parte del Tribunal Superior de Justicia del entonces Distrito Federal. 

En 2006, cuando formaba parte de la extinta Procuraduría General de la República, la prensa nacional consignó que tenía roces con un miembro del crimen organizado, quien tenía nexos con la corporación y que hacía uso de sus influencias para cambiar los informes de detenciones.

Estas irregularidades en la otrora PGR señalaron a Carreón Herrera de tener arreglos económicos con bandas criminales y de estar presuntamente involucrado con la muerte de un agente, lo cual abrió una investigación de la que no se conoce el desenlace. 

A nivel local, en 2009, el periodista Arturo Luna mencionó que Carreón Herrera era considerado para ocupar la entonces Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal de la capital poblana en la gestión de Blanca Alcalá, aunque arrastraba una serie de acusaciones consignadas en nota roja de agresiones contra su entonces esposa, quien era catedrática de Derecho de la máxima casa de estudios poblana. 

También lo señalaban por contar con un negro historial a su paso como subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la capital del país. 

En aquella ocasión fue criticado por no estar empapado de los temas locales y además de considerarlo una ficha del marinismo; hubo versiones que lo vincularon con el panista Humberto Aguilar Coronado.

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