El 3 de junio del año pasado, elementos de la Policía Federal acudieron a un hospital de la colonia Roma, en la Ciudad de México, para detener a Alejandro Benítez Palacios, quien se había internado con el nombre de Emiliano Santana Duque luego de sufrir un accidente de motocicleta.

El nombre de Benítez Palacios había surgido en la investigación de los hechos de septiembre de 2014 en Iguala, señalado como jefe de plaza de los Guerreros Unidos en los municipios de Huitzuco, Taxco y Tepecoacuilco.

A Alejandro Benítez Palacios lo conocen como El Cholo, pero también le dicen El Patrón. Presuntamente encabezaba una célula delictiva formada por miembros de la misma familia, conocida como Los Peques o Los Tilos.

El apodo de El Patrón ha cobrado relevancia en las pesquisas sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa a raíz de que la Comisión Nacional de Derechos Humanos dio a conocer que una fuente, hasta ahora no identificada, había relatado a ese organismo que uno de los autobuses en los que viajaban los estudiantes, el número 1531 de la compañía Estrella de Oro, había sido interceptado en el lugar conocido como Puente del Chipote, ubicado sobre la carretera Iguala-Chilpancingo.

La detención del autobús corrió a cargo de policías municipales de Huitzuco, una demarcación del norte de Guerrero cuya cabecera se encuentra a 32 kilómetros al este de la ciudad de Iguala, en la dirección opuesta de Cocula.

De acuerdo con la CNDH, los policías municipales dispararon a las llantas del autobús, lo que lo obligó a parar y luego quebraron los vidrios del vehículo con piedras y palos para arrojar en su interior granadas de gas lacrimógeno, lo que hizo descender a los 15 normalistas que viajaban en él.

Cuando los policías municipales tenían sometidos a los estudiantes, aparecerían dos policías federales, en el sentido opuesto de la carretera.

De acuerdo con la investigación de la CNDH, los federales habrían atestiguado que los normalistas eran subidos a cuatro camionetas de la policía de Huitzuco e incluso habrían sostenido un diálogo con uno de esos agentes, quien habría dicho que los jóvenes “allá atrás chingaron a un compañero, (entonces) se los van a llevar a Huitzuco, para que allá el patrón decida qué va a hacer con ellos”.

El Patrón, se supone ahora, es Alejandro Benítez Palacios, quien, después de ser detenido en la colonia Roma –ocho meses y medio después de los hechos de Iguala– fue internado en el Penal Federal de Rehabilitación Psicosocial, de Cuautla, Morelos.

A menos de que haya otro individuo apodado así, pues el titular de la CNDH, Luis Raúl González Pérez, ha pedido a la PGR indagar quién es El Patrón. Si es el mismo, ya está detenido.

Lo cierto es que la pista de Huitzuco no es totalmente nueva para la PGR.

En el expediente de la investigación sobre Iguala se da cuenta de diferentes acciones de búsqueda de los normalistas en Huitzuco y sus alrededores.

La tesis de que Alejandro Benítez Palacios es El Patrón al que se refiere el testigo de la CNDH se ve reforzada por el hecho de que su hermano Víctor Hugo Benítez Palacios, alias El Tilo (actualmente prófugo), habría dirigido el operativo contra el autobús 1531, junto con su mano derecha, Eduardo Joaquín Jaimes, alias El Choky.

Lo que ninguna autoridad ha podido explicar, y sobre lo que aparentemente no hay investigación, es el hecho de que uno de los ocupantes del autobús 1531 era Alexander Mora Venancio, el único normalista cuyos restos han podido ser plenamente identificados en Innsbruck.

Si es verdad que un grupo de estudiantes fue conducido al basurero de Cocula, y allí asesinado e incinerado, ¿cómo se explica que los restos de Mora hayan aparecido en la ribera del río San Juan? Como digo arriba, Cocula está, respecto de Iguala, en sentido opuesto de Huitzuco.

Lo único cierto es que Mora está muerto, pues difícilmente alguien podría sobrevivir sin el hueso esfenoides.

¿Mora fue llevado a Huitzuco, esa tierra de caciques cuya toponimia náhuatl es “lugar de espinas”? ¿O fue llevado a Cocula, a compartir la suerte de sus compañeros asesinados en el basurero, según la versión de la PGR? ¿O lo mataron en otro lugar y alguien dejó sus restos en el río San Juan?

 

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