A casi siete meses de haber iniciado esta novelita por entregas, es justo hacer un alto en el camino. A lo largo de 129 días he venido publicando diariamente –sin interrupciones– lo que será la parte fundamental del primer tomo de Un día nos moriremos todos. Se dice fácil. No lo ha sido. En esta ruta he publicado 158 capítulos: alrededor de cuatrocientas cuartillas, 85 mil palabras, más de medio millón de caracteres. Esta novelita nació como un juego a partir del primer número de 24 Horas Puebla: el jueves 1 de octubre de 2015. Pensé que se cansaría la mano o se agotaría el hilo conductor de la historia. No ha sido así. Lo que originalmente sería una “novelita” ha crecido tanto que es necesario hacer un primer corte de caja para publicarla en forma de libro en las próximas semanas. Apelo al hipócrita lector para que sea comprensivo con la ausencia temporal de este ejercicio. Dicha ausencia –cosa de días– durará lo que quien esto escribe tarda en hacer la edición final del tomo I de Un día nos moriremos todos. Gracias a todos los generosos lectores que han enriquecido cotidianamente esta historia. Gracias a quienes regularmente han seguido día con día las vidas y las obras de mis personajes. Pronto tendrán noticias de la publicación del libro y de la continuación, inevitable, de lo que será el Tomo II.
Mario Alberto Mejía