El debate celebrado en el CCU tuvo un agrio contrapunteo entre el candidato puntero y la abanderada priista

 

Por Mario Galeana

Las sonrisas son holgadas: él enseña los dientes en un gesto que semeja la astucia; ella mira de frente, aunque un mechón de cabello le cae sobre el rostro.

Son Blanca Alcalá y Mario Marín Torres, en el registro de ella como precandidata del PRI al gobierno, y en la última aparición pública de él como activo del PRI.

Son Alcalá Ruiz y “su verdadero coordinador” o “el padrino”, diría casi tres meses después José Antonio Gali, al sostener una fotografía de ambos, en el primer y único debate entre los cinco candidatos.

En el encuentro, las candidatas Alcalá Ruiz, Roxana Luna y Ana Teresa Aranda Orozco formaron frente contra Gali Fayad, el candidato puntero en las encuestas electorales.

Las tres abanderadas criticaron lo mismo la inversión del Museo Internacional del Barroco que la concesión del servicio de agua potable en la capital. Pero sólo Alcalá Ruiz fue atajada por Gali Fayad, mientras que el resto de los señalamientos a cargo de Luna Porquillo y Aranda Orozco fueron mensajes sin respuesta.

Un discurso plagado de cavilaciones mantuvieron al candidato Abraham Quiroz Palacios (Morena) como el peor posicionado.

En su primera réplica, el abanderado de Sigamos Adelante echó mano del desprestigio que aún pesa sobre el último gobernador priista de Puebla, y mostró una fotografía en donde él y Alcalá Ruiz sonríen.

El de Marín Torres fue, a decir de Gali Fayad, “un gobierno de seis años que dejó al estado endeudado, que dejó al estado en la pobreza”. E inició la larga serie de acusaciones que han mantenido a la candidata priista en la portada de medios locales: las posibles omisiones en su declaración patrimonial, fiscal y de intereses: la 3de3.

“Que nos diga, mejor, por qué omitió su Casa Blanca. Por qué omitió las 45 casas o el edificio que tiene”, reprochó.

En una contrarréplica, la senadora con licencia rechazó cualquier padrinazgo marinista. “Les diría que mienten. Como han mentido a lo largo de todo este tiempo (…) Yo no soy empleada de nadie”, sostuvo.

Alcalá Ruiz llegó al único debate con la certeza de que ésta era la más importante oportunidad para hacer tambalear al candidato puntero, pero su discurso supone que arribó sin armas reales.

Exigió que Gali Fayad hiciera pública su 3de3. “No lo ha podido hacer porque es inexplicable decirle a los poblanos que tan sólo una casa tiene un valor de 70 millones de pesos”, aventuró ante la audiencia.

Nadie en su equipo de campaña avisó a Alcalá Ruiz que, horas antes, el exalcalde había transparentado su patrimonio.

“Aquí está mi declaración presentada el día de hoy”, dijo Gali Fayad al mostrar los documentos.

Alcalá Ruiz optó, entonces, por criticar los Proyectos de Prestación de Servicios (PPS) contraídos por la actual administración, hasta que Gali Fayad replicó que el gobierno federal tiene al menos 64 contratos del mismo esquema.

En mitad del duelo Gali-Alcalá, Roxana Luna y Ana Teresa Aranda se abalanzaron sobre el candidato puntero. El nerviosismo de la perredista diluyó sus señalamientos, en tanto que la abanderada independiente lanzó duras críticas contra la administración de Rafael Moreno Valle.

El final del encuentro llevó a los cinco candidatos a declararse ganadores del debate. Pero las sonrisas de algunos fueron menos holgadas que la de Mario Marín.

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