La colaboración universitaria es una invitación a escuchar a uno de los teólogos con mayor prestigio en el mundo en el marco de la cátedra latinoamericana “Ignacio Ellacuría SJ”
Por J. Alejandro Ortiz Cotte
El lunes 30 de mayo vendrá (oficialmente), por tercera vez, Leonardo Boff a Puebla.
La primera ocasión fue en 1979 en la II Conferencia Episcopal Latinoamericana (Celam) que se celebró en la Angelópolis.
Recuerdan que fray Boff, en ese tiempo sacerdote franciscano, oyendo por primera vez a Juan Pablo II en su discurso de bienvenida, hacía corajes y rabietas porque ignoraba la realidad latinoamericana.
Eran tiempos de efervescencia de la teología de la liberación y empezaba con el papa polaco su confrontación y persecución.
La segunda vez fue cuando vino como invitado de la Cátedra “Alain Touraine” de la Ibero Puebla a dar una conferencia, ahora como laico, en el Foro de Interioridad y Crisis del Futuro Humano. Ahora vendrá a esta misma universidad invitado por la Cátedra latinoamericana “Ignacio Ellacuría SJ”.
¿Quién es Leonardo Boff? Es uno de los teólogos con mayor prestigio en el mundo. Cursó en Brasil sus primeros estudios teológicos, pero se doctoró en Alemania bajo la supervisión de uno de los teólogos más importantes en la historia de la teología católica moderna, nos estamos refiriendo al jesuita Karl Rahner, quien sin duda fue uno de los propulsores de la renovación de la Iglesia católica en el Concilio Vaticano II (asamblea mundial de obispos de 1962 a 1965).
Boff empleó y desarrolló el método teológico latinoamericano que nace no de la especulación abstracta sino de la mirada atenta a la realidad. Él, como otros de su tiempo, estaba inserto medio año en las favelas brasileñas y otro medio año lo dedicaba a escribir sus reflexiones teológicas. Ha escrito más de 100 volúmenes y miles de artículos. Traducido en muchos idiomas, sus libros han dado la vuelta al mundo.
Boff es uno de los tres íconos de la teología de la liberación, los otros dos son Gustavo Gutiérrez OP y el jesuita Jon Sobrino.
Existen más pero estos tres son, desde mi punto de vista, los más grandes referentes vivos a nivel mundial; sin embargo, me atrevo a decir que tal vez Leonardo Boff sea de los tres el más conocido en el mundo y el más leído. Esto se debe a que él fue de los primeros teólogos latinoamericanos que en la década de los 90 se atrevió a dar un salto epistemológico en la construcción de su ciencia al usar otros marcos de referencia además de los sociológicos y sobre todo al no utilizar el marxismo como único marco teórico de sustento y base.
Por ello, él empezó a hablar de otros temas no tan religiosos y eclesiológicos, pero sí muy teológicos. Su libro Grito de la Tierra, grito de los pobres fue un hito en la historia de la teología latinoamericana. En él recuperaba no sólo la “opción por los pobres”, tema clave y centro de toda teología que se precie de ser de liberación, sino que además ampliaba su visión de opresión y sufrimiento al planeta Tierra.
No sólo matamos injustamente a los pobres del mundo sino que estamos haciendo lo mismo con nuestra madre Tierra, todo por ser fieles y obedientes a un sistema explotador, extractivista, destructor de la vida y básicamente empobrecedor de toda esperanza humana: el capitalismo.
Pero no sólo ha dialogado la fe con el medio ambiente sino también con la ciencia. Tal vez son menos conocidas sus obras en este campo, pero desde hace buen tiempo muchos de sus libros están basados en los más recientes descubrimientos de la física, de la química y ahora de la neurobiología. Su última gran obra dentro de este campo se llama El Tao de liberación que evoca inevitablemente al Tao de la física, obra pionera donde el científico Fritjof Capra une lo científico con el budismo e hinduismo.
Por sus aportes ecológicos, se relacionó con otros grupos y asociaciones que buscaban, como él, detener la catástrofe ecológica, de ahí que fuera parte del comité de la Carta de la Tierra, iniciativa de la ONU para detener la crisis ecológica.
Boff se ganó un Premio Nobel alternativo y ha sido promotor de los foros sociales mundiales donde se reúnen las experiencias organizadas de liberación del mundo. Últimamente ha sido uno de los más fuertes defensores de la suspendida presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, denunciando el “golpe blanco” que ha sufrido.
Es importante que Leonardo, ahora conferencista mundial, vea en el papa Francisco el inicio de una primavera eclesial. Se ha vuelto también su gran defensor y ha promovido una carta de apoyo a nivel mundial para respaldar las acciones del santo pontífice, ante los ataques y denuncias de los grupos y curias más conservadores que existen en el catolicismo tradicional.
Leonardo viene a dar una conferencia titulada La Ética del Buen Vivir en Tiempos de Violencia, Despojo y Desigualdad.
Será una excelente oportunidad para oírlo y para recordarnos que en estos tiempos tan difíciles y violentos se vuelve no sólo necesario, sino vital y urgente, una ética del buen vivir que nace de la sabiduría práctica de los pueblos originarios y que rechaza el vivir bien del consumismo capitalista.
Aprovechemos esta visita, seguramente nos hará bien oírlo.