La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía

De confirmarse la versión publicada por el periodista Fernando Alberto Crisanto, el viernes pasado, y un día después por Templo Mayor, de Reforma, a Eduardo Rivera Pérez le acercaron una rama de olivo desde el círculo morenovallista.

Crisanto le dedicó una amplia columna al tema y dijo que Rafael Moreno Valle le ha enviado algunos guiños al ex alcalde Puebla a través del partido Nueva Alianza.

  1. Bartolomé, en tanto, publicó las siguientes líneas:

“A QUIEN le acercaron una rama de olivo después de meses de traerlo a palos fue al ex presidente municipal de Puebla, el panista Eduardo Rivera.

“A PESAR de que los allegados al ex mandatario estatal Rafael Moreno Valle han tratado por todos los medios de sacarlo de la contienda panista por la gubernatura, ayer la ex primera dama estatal y aspirante a esa misma candidatura, Martha Érika Alonso, le hizo un guiño al decir que no lo descarta para ese proceso.

“¿SERÁ que ahora que Rivera se quedó sin su mayor apoyo al interior del PAN, que era Margarita Zavala, los morenovallistas quieren aprovechar para hacerle una oferta que no pueda rechazar? Es pregunta con el tema de "El Padrino" como soundtrack.”

Desde que Margarita Zavala renunció al PAN cesaron los señalamientos críticos de Rivera Pérez.

También se apagó el rumor de que se iría a Morena a buscar la candidatura a la gubernatura.

Las hostilidades se fueron de vacación.

Rivera Pérez dejó de ser hostigado.

¿Hay acercamientos entre el ex alcalde y los morenovallistas?

 

En la Muerte de la Última Priista

El abogado Edgar Alvarado me contó el viernes pasado que Panchita Medina había muerto casi ciega, enferma y olvidada.

Un triste final para quien le dio tanto a Huauchinango.

Cómo olvidar la Academia Medina, en la que se formaron miles de contadoras privadas y secretarias ejecutivas de la región.

Panchita, además, se entregó de cuerpo entero a un partido político que la olvidó: el PRI de Huauchinango.

Junto con doña Indalecia Ramírez y doña Lilia Ibarra creó un bloque del priismo convertido en religión desde los años sesenta.

Ellas solas conformaban un sector: el de las Bellas del Milo.

No iban por puestos políticos —ninguna de ellas fue diputada o presidenta municipal.

Lo suyo era apoyar a los distintos grupos en cuanta campaña política hubiera en aras de conservar la “unidad partidista”.

Las tres profesaban la religión católica y esa otra religión que tuvo su época de gloria en los años del Desarrollo Estabilizador: la priista.

Por supuesto, fueron fieles a los caciques que vivían en la calle Santos Degollado: los Jiménez Morales.

Panchita, doña Indalecia y doña Lilia eran las felices portadoras de mensajes de “unidad” en aras de aplastar la disidencia.

Las malas prácticas del partidazo eran para ellas tarea patriótica.

En algo coincidían con el hoy demócrata Manuel Bartlett: todo fraude es patriótico.

Fraude priista, por supuesto.

No puedes con el enemigo, doblégalo a votos malhabidos.

Dios entenderá y perdonará.

Panchita, incluso, llevaba a sus alumnas para animar las porras que recibirían al candidato en turno.

“Ya llegaron las muchachas de Panchita”, era la frase feliz que documentaba que la bufalada gozaba de cabal salud.

(Hace algunos años, la periodista Leticia Ánimas Vargas entrevistó a doña Lilia Ibarra y ésta le confesó con toda naturalidad que los fraudes electorales eran comunes en Huauchinango y que no había que asustarse de ello).

Hoy, pues, ya no están ninguna de las Bellas del Milo.

La última en irse se fue este viernes: Panchita Medina.

Sus últimos años fueron terribles.

El olvido y la enfermedad la fueron minando.

¿Dónde estuvieron los alcaldes, los diputados locales y los diputados federales por los que operó política y electoralmente con tanta pasión y convicción?

Nadie lo sabe.

Los pésames habrán de llegar muy tarde.

Una página más del Rancho Grande como edén idílico acaba de cerrarse.

Descanse en paz.

 

Los 10 Años de 360 Grados

Las revistas nacen primero en las cabezas de sus creadores.

Son como las novelas que se escriben en la mente y luego pasan a la escritura.

Son como las canciones que nunca pasan de moda.

Pero hacer una revista a lo largo de diez años no es tarea sencilla.

Por eso desde aquí me sumo a la felicidad que embarga a mi querido Zeus Munive, compañero de reporteo y crónica.

A partir de mañana iniciaremos un serial en 24 Horas Puebla sobre los diez años que hoy celebra la revista 360 Grados.

Felicidades, caro amigo.

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