La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía/@QuintaMam

Marie-France Desdier es directora de la Capilla del Arte de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) y desde esa posición descalificó —con una buena dosis de ignorancia y desinformación— las exposiciones que el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla (IMACP) ha venido presentando.

En una entrevista que le hicieron en Ultra Noticias Puebla, la “gestora, curadora, artista visual y mercadóloga cultural” dijo barbaridad y media.

Vea el hipócrita lector:

“La política cultural del Ayuntamiento de Puebla, al menos en el rubro de las artes visuales, ha sido un fraude, porque engaña a la gente y no contribuye a la formación de público”.

¿En qué basa sus apreciaciones?

La nota nos lo dice:

“El rubro de artes visuales es decepcionante, con exposiciones que cobran taquilla a los ciudadanos por ver sólo réplicas, como el caso de las exhibiciones de Tutankamon y Miguel Ángel, o la exposición de Picasso, que en realidad no exhibe las grandes obras del artista.

“Son exposiciones que se venden, de manera deliberada, realmente, y que no son originales, porque no proponen absolutamente ninguna formación visual en la gente, un Miguel Ángel se tiene que apreciar por la manufactura en el mármol, no por la manufactura en la fibra de vidrio en la que está replicada. En el caso de Picasso, pues de la misma forma, el exponer a artistas que no son Picasso, pero que hablan de Picasso y vender la exposición como de Picasso, en la que nada más hay unas cuantas de la tauromaquia, que no tienen nada que ver con lo importante que fue Picasso en el mundo del arte, me parece un fraude, es realmente decepcionante”.

Como experta de arte que es, la directora de la Capilla de la UDLAP tendría que saber —obligadamente— que el David, de Miguel Ángel Buonarroti, no puede salir de Florencia.

En particular de la Galería de la Academia, donde pernocta desde 1873, luego de que fue trasladado desde el Palazzo Vecchio, donde, en virtud de que estaba expuesto al sol y a la lluvia, sufrió severos daños.

La réplica del David que vino a Puebla con gran éxito está elaborada con mármol y marmolina, resultado de cuatro años de trabajo de un grupo de artesanos florentinos.

Cuenta, además, con el aval del alcalde de Capresse Micheangelo, de Arezzo, Italia, así como con el del Museo Michelangiolesco.

Nada que ver, pues, con la “fibra de vidrio” con la que la “experta” Marie-France Desdier dice que fue construida.

(Hasta un niño de seis años sabe que el auténtico David —el cual deja una ganancia de ocho millones de euros al año solo por concepto de entradas— no puede ser trasladado a otro lugar).

Solo faltó que la directora de la Capilla del Arte de la UDLAP se hubiera indignado como lo hizo una ciudadana de San Petersburgo cuando la réplica del David se expuso frente a una iglesia luterana:

“¿Cómo ha sido posible poner a este tipo sin pantalones en el centro de la ciudad, cerca de una escuela y una iglesia? (…) Es un gigante que estropea la visión histórica de la ciudad y paraliza las almas de los niños”.

Sigamos con la experta en arte.

Se queja de que en lugar de la tumba de Tutankamón hayan traído a Puebla una réplica y no la original.

Es claro que ignora —¡otra vez!— que ni en la ciudad de Lúxor, a 700 kilómetros de El Cairo, Egipto, donde reposan dichas tumbas, es posible ver las originales.

Los millones de turistas que acuden a ver las tumbas de los faraones sólo tienen acceso a las réplicas.

Al decir de un verdadero experto —Zahi Hawas, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades— “estas tumbas se destruirán totalmente dentro de 200 años debido a la respiración de los turistas que las visitan”.

A partir de 2011, nadie más respira frente a la tumba original de Tutankamón.

Todos lo hacen ante una réplica como la que vieron doscientas mil personas, en Puebla, gracias al IMACP y al Ayuntamiento.

Por cierto: más de cien mil personas admiraron la réplica del David.

Pero esto le molesta a Desdier, quien también se queja de que en la maravillosa exposición Picasso en Puebla: la Estela Infinita “nada más hay unas cuantas de la tauromaquia”.

¿Unas cuantas?

Seguramente se refiere a las aguatintas de Pablo Picasso que sirvieron para ilustrar el libro clásico La tauromaquia o Arte de torear, de Jose Delgado, mejor conocido como Pepe-Hillo, legendario torero español.

No son “unas cuantas” aguatintas las que están expuestas en la Galería del Palacio: son las 26 que conforman la serie completa.

¿Qué esperaba la directora de la Capilla del Arte de la UDLAP?

¿El Gernika?

Otra vez la ignorancia le hace decir tonterías, pues una obra como ésa no puede salir de España.

¿Las exposiciones de Picasso —y de sus brillantes traductores—, Miguel Ángel y Tutankamón no están formando público?

Faltaba más.

Habría que preguntarles a las miles y miles de personas que admiraron las piezas expuestas y no a “expertos” en el arte y la cultura.

La duda mata:

¿Cuánta gente acudirá a la Capilla del Arte de la UDLAP?

¿Serán las miles que asisten cotidianamente a la Galería del Palacio?

Francamente lo dudo.

La Galería del Palacio forma parte de un órgano internacional integrado por verdaderos expertos de arte y no delirantes aficionados, ICOM, mismo que avala la calidad de las exposiciones.

Hay que decir que a partir de esta administración municipal se logró que la citada Galería fuera parte de este prestigiado organismo.

¿La Capilla del Arte puede presumir de eso?

Definitivamente no.

Simplemente no está en el radar del ICOM.

Qué grave deficiencia para una gestora que se jacta de estar por arriba de todos.

(En el ICOM, por ejemplo, están museos como el Louvre y el Met de Nueva York).

Cierro esta columna con un ejemplo de los textos que la utiliza la multicitada experta para promover sus exposiciones.

Este escrito apareció en la presentación de “Ímpetu de coraje en la era del Yo”.

Vea el hipócrita lector:

“El recorrido de la muestra no fue estructurado previamente a entrevistar (sic) a los artistas, sino que los núcleos se perfilaron en base a (¡sic!) los temas que arrojaron sus más insistentes inquietudes. A modo de termómetro, los trabajos perfilaron cuatro ejes. El mayoritario aborda sintomáticamente la situación del país y de Puebla en particular, con un fuerte pesar de vulnerabilidad” (¡sicazo!).

¿Quién dijo que Cantinflas ha muerto?

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