La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam  

El diputado electo José Juan Espinosa dice que el hospedaje de Miguel Barbosa Huerta en el Crowne Plaza —durante trescientos días— es un asunto privado.

Espinosa ignora que los hombres públicos no tienen vida privada.

De esa licencia gozan quienes no usan dinero público.

No es el caso ni de él ni del ex candidato de MORENA a Casa Puebla.

Los dos llevan viviendo del dinero público desde hace décadas.

Son, por decirlo así, resultado de la beneficencia pública.

En consecuencia, no es vida privada la estancia de Barbosa en el Crowne Plaza a lo largo de casi un año.

El periódico Cambio reveló que, además de la habitación referida, nuestro personaje ha venido rentando otras dos más.

El interés público de esas acciones es, pues, legítimo, como el gobierno que están pensando en instalar ante una eventual no anulación de la elección del 1 de julio.

 

El Regreso de Jack el Destripador

El domingo pasado, Misraim Hernández, mejor conocido como Jack el Destripador, fue el gritón del mitin de MORENA.

El activista pro derechos humanos que intentó estrangular a un sorprendido panista en el Hotel MM el 3 de julio demostró que sus estudios universitarios son un auténtico fracaso, pues como maestro de ceremonias actuó como un mediocre presentador de feria.

Como si se tratara de un circo freak, Jack se desgañitó y llenó de adulaciones al presidium.

El lugar común y los pescuezos distraídos son lo suyo.

Su infinitivo sioux será recordado como el intento de homicidio que reveló que no hay Mother Teresa que valga cuando de lo que se trata es generar escándalo.

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