Garganta Profunda
Por: Arturo Luna Silva / @ALunaSilva

Lejos de disminuir, el tsunami lopezobradorista conserva y ha acrecentado viveza. Aunque el próximo 2 de junio, en la elección extraordinaria por la gubernatura de Puebla, el presidente Andrés Manuel López Obrador no aparecerá en las boletas, a diferencia del proceso constitucional concurrente de 2018, su nivel de aprobación es tan grande que la previsión es que arrastraría a un contundente triunfo al candidato o candidata de la alianza que encabece Morena. Sin parangón alguno, el tabasqueño tiene un nivel aprobatorio de 85.9% entre los habitantes del municipio de Puebla, de acuerdo con la medición del Centro de Estudios Consultivos. Efectivamente, AMLO no figurará en la papeleta –como si eso hiciera falta–, nada más está y con altísimas calificaciones en la Presidencia de la República –por si eso no contara–.
De acuerdo con la encuesta “cara a cara” que realizó el Centro de Estudios Consultivos, del especialista Manuel Martínez, el mandatario goza de una holgadísima aprobación entre los poblanos de la capital.
Con casi 86%, López Obrador deja muy lejos a sus antecesores en aprobación, con la peculiaridad de estar muy cerca de un proceso electoral en el estado.
Ese otro efecto AMLO tendrá incidencia directa en las urnas para la definición del nuevo gobernador.
La referencia lo sitúa como el Presidente más aprobado en la historia reciente.
Enrique Peña Nieto (2012-2018), del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de acuerdo con las casas encuestadoras más reconocidas, anduvo en sus primeros meses de mandato entre 45% y 62% de opiniones positivas.
El panista Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) tuvo sus mejores números cuando llegó, también al arranque de su gobierno, a 61%.
Y más atrás en el tiempo, el también albiazul Vicente Fox Quesada (2000-2006) tocó techo con 63%.
A todos los supera el actual Presidente por más de 20 puntos.
De ahí que aquellos que intentan concatenar la ausencia de López Obrador en la boleta con supuestas posibilidades disminuidas de triunfo para Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en Puebla y otras entidades, podrían estar cometiendo un error de párvulos.
El tabasqueño, si bien no aparecerá en la boleta, arrastrará al candidato de Morena, sin duda alguna.
Para entender con claridad los números de la encuesta del Centro de Estadios Consultivos, vayamos al detalle.
El levantamiento se llevó a cabo del 31 de enero al 2 de febrero, en el municipio de Puebla, con un muestreo de mil 550 entrevistas “cara a cara” y con una confianza de 95%.
La calificación aprobatoria –obviando los residuos centesimales– para el Presidente es de 85.9%, con 51.1% que lo “aprueba mucho” y 30.7% que lo “aprueba algo”.
“En el último par de meses el rumbo del país va…”, es uno de los reactivos.
Un contundente 71.3% dice que “por el rumbo correcto” y solamente 16.8% ve “por el rumbo equivocado”.

“¿Usted está de acuerdo las acciones emprendidas por el Presidente?”, es otra de las preguntas.
Las respuestas también son muy positivas.
Dijo que “mucho” 62% y 27.1% que “algo”, lo que da una suma de 89.1% que lo avala.

“Con este arranque de gobierno y las acciones emprendidas por Andrés Manuel López Obrador, para usted la imagen del Presidente…”, es otra interrogante.
Los resultados: 60.3% dice que “mejoró”, 29.3% considera que “se quedó igual” y 7.4% que empeoró.

El resto en todos los casos se completa con quienes no contestaron o “no sabe”.
La marca de Morena refleja, de acuerdo con los estudios recientes, sin duda esta referencia al mandatario.
Aquellos que dieron por extinguido el efecto AMLO deberán hacer nuevamente cuentas.
Es aritmética esencial.
Y, por supuesto, sentido común.