La grabación acusa al abanderado por Morena de ser un “corrupto” al haber adquirido una casa que perteneció al ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado por un monto de “130 millones de pesos”.
Por: Mario Galeana
Eran los últimos días de enero de 2018, y al otro lado de la línea miles oían la reproducción de una grabación automática que parecía cerrar con la voz de Andrés Manuel López Obrador: “¡Los rusos me están apoyando!”.
Recibir aquella llamada se hizo casi una distinción. Se convirtió en una broma común que recorría las sobremesas. Un recurso para alimentar los memes que atiborran las redes sociales. Y, al final, se convirtió en una investigación que no cerró con ningún responsable.
Las campañas negras difundidas a través de llamadas telefónicas han vuelto para el proceso electoral de este año. Esta vez no se menciona a López Obrador ni a la posibilidad de que entregue el petróleo a los rusos. El objetivo actual sólo es Miguel Barbosa Huerta, candidato por la alianza Juntos Haremos Historia a la gubernatura de Puebla.
Desde hace por lo menos cuatro días, usuarios de la capital del estado han denunciado este alud de llamadas. La reproducción automática que se activa al tomar la llamada acusa al abanderado de ser un “corrupto” por haber adquirido una casa del ex presidente Miguel de la Madrid con un valor de “130 millones de pesos”.
Las llamadas anónimas no sólo tratan de difundir este mensaje, sino de medir el impacto que genera, puesto que la conversación termina una vez que se solicita al usuario oprimir el número uno si aún piensa votar por Barbosa Huerta, y oprimir el número dos si no votará por él.
“… Porque es un corrupto y porque se ha robado tu dinero, sí, tu dinero. Puebla merece mucho más que un ratero como gobernador. ¿Aun conociendo esta situación votarías por él?”, versa la grabación.
El candidato por la alianza Morena-PT-PVEM responsabilizó por esta campaña negra —que incluye un centro telefónico y un uso indefinido de recursos que no serán fiscalizados por las autoridades electorales— a dos panistas de distinto nivel político: Santiago Creel Miranda, presidente de la Comisión Nacional de Elecciones del blanquiazul, y a José Luis Durán Reveles, un político mexiquense que, hace casi dos décadas, compitió sin éxito por la gubernatura de su estado.
Entrevistado ayer en la Sierra Negra, Barbosa Huerta dijo que estas llamadas se activaron tras la visita que Creel Miranda realizó a Puebla el pasado 1 de mayo, para dar una conferencia de prensa al lado de Enrique Cárdenas Sánchez, candidato en común por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.
“Son Santiago Creel y José Luis Durán, el que fue candidato por el PAN. Ellos configuraron un call center que se lo rentan al PAN y desde ahí ganan dinero. Es un call center muy pobre y débil, pero desde ahí hacen ese tipo de labor”, denunció.
La denuncia había sido precedida por su vocero, David Méndez Márquez, quien atribuyó las llamadas a una estrategia “desesperada” del PAN por tratar de remontar en la contienda.
Sin embargo, los morenistas no han dado a conocer pruebas que acrediten la participación de Creel Miranda y Durán Reveles en esta estrategia de desprestigio que se ha realizado a través de tres números telefónicos.
“¡AHÍ VIENEN LOS RUSOS!”
Las llamadas contra Barbosa Huerta son la réplica de una estrategia emprendida el año pasado en contra de López Obrador. El alud de llamadas ocurrió la víspera de que el entonces candidato presidencial iniciara una gira por el estado a principios de febrero.
Tan sólo un mes después, la representación de Morena ante el Instituto Nacional Electoral (INE) denunció al gobierno del estado por esta campaña negra. El partido había detectado que el número telefónico desde el cual se realizaban había sido contratado por la Secretaría de Finanzas y Administración (SFA).
Esta dependencia reconoció que desde 2008 existía un contrato con esa línea, pero refutó la acusación al señalar que aquel acuerdo había vencido el 15 de febrero de 2012. Los alegatos del gobierno del estado se presentaron ante el INE, y si bien la investigación no quedó zanjada, a la fecha se desconoce el nombre de los instigadores de la oleada de llamadas.
