Las agresiones verbales del ex funcionario marinista sucedieron en la discusión de un dictamen de la Comisión Transitoria del Agua el 25 de abril de este año.

Por: Osvaldo Valencia

Por agresiones verbales hechas en su contra, la regidora Augusta Díaz de Rivera Hernández interpuso una denuncia por violencia política por razón de género contra Francisco Castillo Montemayor, ex secretario de Medio Ambiente en la administración del ex gobernador Mario Marín.

La cabildante por el Partido Acción Nacional (PAN) mencionó que parte de la responsabilidad de las agresiones son atribuibles a Rosa Márquez Cabrera, quien era presidenta de la comisión en donde se dio el ataque y que –a su juicio– no medió en la situación para evitar las agresiones.

La queja la interpuso ante la Unidad Técnica de los Contencioso Electoral de la Junta Local del INE como un proceso ordinario sancionador.

“Que esta autoridad verifique los elementos que pongo a consideración, a fin de determinar la responsabilidad de Francisco Castillo Montemayor y, en su caso, de las que se desprendan por conductas u omisiones de otros actores”, declaró.

La agresión se registró en la discusión de un dictamen de la Comisión Transitoria del Agua el 25 de abril de este año, cuando varios regidores señalaron inconsistencias por las cuales no se podía aprobar lo propuesto.

En esa discusión, el ex funcionario estatal en el gobierno de Marín Torres la acusó de realizar una supuesta defensa a la empresa concesionaria del servicio, Agua de Puebla, además de llamarla “indigna regidora”.

LA CONFRONTACIÓN

Detalló que el ataque se realizó en virtud de género debido a que ella, con otras tres regidoras, propuso modificaciones al dictamen presentado en dicha comisión, que contaba con el aval técnico de Castillo Montemayor, lo que provocó la molestia del marinista, que les dijo “métanselo en la cabeza” minimizando su capacidad para entender la propuesta que él valoró.

Asimismo, consideró que vulneró sus derechos debido a que la única forma de detener los insultos a su persona fue al salir de la sala, pues –según las expresiones de Castillo Montemayor– “él no se iba a salir, así que mejor se vaya ella”.

Díaz de Rivera Hernández lamentó que las agresiones hayan sido permitidas, justificadas, normalizadas y disminuidas por la presidenta de la comisión, Rosa Márquez Cabrera, quien no tomó las medidas necesarias para mantener el orden y el respeto.