Autoridades se han negado a recibirlos y les indicaron que deben esperar una ficha para realizar la carpeta de investigación, lo que a dos meses de su fallecimiento no ha sucedido.
Por: Guadalupe Juárez
Ayer, la familia de Gabriela Sánchez Martínez –una mujer que fue encontrada colgada en un árbol en la junta auxiliar de San Aparicio el 5 de mayo– exigió frente a la Fiscalía General del Estado (FGE) por segunda ocasión investigar el caso como feminicidio y no como suicidio.
Lo anterior, ya que relataron que Gabriela –con 27 años de edad– sufría violencia por parte de su pareja sentimental, quien había lanzado amenazas; sin embargo, la FGE intenta cerrar el caso al señalar que la mujer era adicta a las drogas.
“Él me hablaba a las dos o tres de la mañana, a la hora que fuera y me decía que un día iba a aparecer mi hija a la puerta de mi casa destazada”, dijo Julia Martínez, madre de Gabriela, quien señaló a Alberto N –pareja sentimental de su hija– como el probable responsable de su muerte, al que también lo acusan de prostituirla.
De acuerdo con los familiares –que llegaron cerca de las 10 horas a las instalaciones de la FGE con cartulinas y pancartas–, una trabajadora de la FGE de nombre Karla Soledad Ortega Valencia visitó a los vecinos de Julia para que declaren que Gabriela consumía drogas, por lo que pidieron que frenen la criminalización contra Gabriela.
“Ya no sabemos qué hacer para que las autoridades nos escuchen, para que nos hagan caso, tiene uno que dar dinero y pagar, no sé”, lamentó.
A la fecha, las autoridades se han negado a recibir a la familia y les indicaron que tienen que esperar una ficha con la que podrán acceder a la carpeta de investigación, lo cual a casi dos meses de la muerte de la mujer no ha sucedido.
Alberto N es conductor de un tractocamión y conoció a Gabriela desde 2015. Desde esa fecha, su familia denunció en diversas ocasiones ante las autoridades agresiones, amenazas e inclusive la privación ilegal de la libertad. El sujeto la mantenía alejada de su familia, por lo que su madre declaró que tenía tres años sin saber de ella.
Por lo anterior, la familia de Gabriela teme represalias por parte del presunto agresor, por lo que pidieron a la FGE protección.
También solicitaron el apoyo de las organizaciones civiles que han apoyado otros casos, para alzar la voz y pedir justicia por Gabriela, cuyo cuerpo fue hallado tres días después de su desaparición, el 5 de mayo, con golpes en el rostro y colgado de una soga atada al cuello.