Las Serpientes
Por: Ricardo Morales / @riva_leo

Una nueva polémica se abre tras la promesa del gobernador Miguel Barbosa de convertir en municipio a la junta auxiliar de Canoa, esto tras la visita realizada a este lugar por el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador.

Durante su campaña en busca del voto popular, el gobernador le había hecho la misma promesa a la junta auxiliar de San Francisco Totimehuacán, lo cual coloca a la ciudad de Puebla en una coyuntura por demás interesante.

En una razón de justicia, la promesa del mandatario estatal parece ser más que justa, Canoa y San Francisco son dos pueblos legendarios donde la justicia social llegó a cuentagotas y donde la marginación y la pobreza laceran a sus habitantes.

Originalmente, ambas demarcaciones eran municipios del estado, mismos que fueron anexados en 1962 a la ciudad capital, lo cual contribuyó al rezago de estas dos poblaciones, hasta ahí todo está bien, convertirlas en municipio sería, reitero, un acto de justicia.

El tema es si ambas juntas auxiliares reúnen las condiciones necesarias para convertirse en municipios y por qué sólo estas dos demarcaciones, en vez de que se entre al estudio serio que en este mismo espacio hemos propuesto para verificar si es necesaria la permanencia de los 217 municipios poblanos o si es necesario desaparecer a unos y crear otros.

Pero además para determinar qué impacto tendría para la ciudad de Puebla, que perdería parte de su territorio, principalmente en términos presupuestales.

En este sentido, sería necesario determinar si sólo Canoa y San Francisco Totimehuacán pueden ser municipios o también qué podría proceder, en caso de algunas otras como San Baltasar Campeche, La Libertad y Zaragoza, la cuales ya forman parte de la mancha urbana y más bien ya son colonias de la capital.

De la misma forma, sería necesario analizar el caso de juntas auxiliares como La Resurrección, Pueblo Nuevo (Romero Vargas), San Jerónimo Caleras, San Felipe Hueyotlipan o San Pablo Xochimehuacán.

Pero no sólo se tendría que revisar el tema de las juntas auxiliares de la capital, también al interior del estado hay casos dignos de analizar y tomar una determinación y de los cuales ya hemos comentado en otras entregas, como Francisco Javier Mina (Chipilo) junta auxiliar de San Gregorio Atzompa, la cual es más grande, más poblada y con mayor peso económico que la cabecera.

Huejotzingo y su junta auxiliar de Santa Ana Xalmimilulco, con un dinamismo económico que ya supera también al de la cabecera y con un número muy importante de habitantes en la zona, los cuales piden ser considerados como municipio.

Sactorum, junta auxiliar de Cuautlancingo, desde hace tiempo reclama separarse y convertirse en municipio, ya que tiene sus propias características muy diferentes a las de su cabecera.

Atencingo es junta auxiliar de Chietla y concentra, gracias a su ingenio, la mayor parte de la actividad económica, no solamente del municipio, sino de la región entera desde hace años por el cultivo y procesamiento de la caña de azúcar.

Y así como estos, son varios los casos que debería analizar la Legislatura local, porque si de méritos se trata, son varias las juntas auxiliares en el estado que pueden convertirse en municipios y también por supuesto hay municipios cuya población ha disminuido o desaparecido, lo que es digno de analizarse para ver si procede su desaparición.

Mucho trabajo deberá tener por delante la Legislatura local en el análisis de estas propuestas hechas por el gobernador del estado, Miguel Barbosa Huerta, es necesaria una nueva distribución geográfica de Puebla, pero basada en estudios y en la realidad que se vive en cada uno de los municipios, sus pueblos y sus rancherías.

El censo que se levantará en 2020 seguramente será una gran herramienta.