Relevo. El ex funcionario federal aprehendido este martes en Texas fue el primer director de la recién creada AFI; en 2006, al dejar el cargo para encabezar la seguridad pública en la administración de Calderón, puso en su lugar al ex diputado priista.

Por: Álvaro Ramírez Velasco

Foto: Cuartoscuro

La irrupción del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en 1994, el ex diputado priista Ardelio Vargas Fosado y Genaro García Luna, ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) calderonista y hoy preso en Estados Unidos, tienen caminos que se cruzaron, en algún momento, en Puebla.

A esta convergencia luego se sumó un nombre más, apadrinado por el segundo y sucesor del primero como secretario de Seguridad Pública estatal con el anterior régimen: Facundo Rosas Rosas, hoy hombre de oscuros recuerdos.

El ex secretario de Seguridad Pública del calderonismo, aprehendido este martes en Texas por los delitos de conspiración para traficar cocaína, declaraciones falsas a autoridades judiciales federales, cohecho, coparticipación en diversos delitos contra la salud, delincuencia organizada y otros, fue cabeza de un grupo de “especialistas” formados al más puro estilo de la vieja escuela, en los tiempos del mítico Fernando Gutiérrez Barios, en inteligencia y ejecución de planes de seguridad nacional.

La relación entre Ardelio y Genaro se remonta a su juventud, cuando fueron, en palabras del mismo ex presidente municipal de Xicotepec, orejas en Chiapas durante el levantamiento armado del EZLN, en enero de 1994.

Luego, con los años, con las distintas responsabilidades que los dos ocuparon, crecieron también en paralelo, sirviendo por igual a gobiernos de Acción Nacional (PAN), que del Revolucionario Institucional (PRI).

Genaro García Luna fue en el gobierno del panista Vicente Fox el primer director de la entonces recién creada, en 2001, Agencia Federal de Investigación (AFI).

Al dejar esa responsabilidad en 2006, el hoy fichado ex secretario de Estado, para hacerse cargo de la Seguridad en el gobierno del también albiazul Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, su sucesor fue Ardelio Vargas.

El poblano, con ese relevo, completaba una larga cadena de, por así decirlo, suplencias o coberturas que su “amigo Genaro”, le iba dejando en sus ascensos.

En esa trayectoria paralela, Ardelio fue ocupando varias responsabilidades que le fue heredando su “amigo, cuate, hermano”, García Luna: delegado del Centro de Investigación del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) de la Secretaría de Gobernación, director de Investigación y de Seguridad del Cisen, jefe del Estado Mayor de la Policía Federal Preventiva (PFP), comisionado de la PFP.

Su paso por esas responsabilidades dejó un estigma en Vargas Fosado, pues por haber sido el responsable, como jefe de la PFP, de la incursión para anular a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), y por los días en que ejecutó la toma del poblado de Atenco, Estado de México, para extinguir el movimiento social de los macheteros. De ahí que le hayan endilgado el adjetivo de “represor”, que él ha rechazado tajantemente.

LISONJAS DE AMISTAD Y RECOMENDACIONES

Como diputado federal a la LIX Legislatura (2009-2012) por el PRI, Ardelio Vargas fue presidente de la Comisión de Defensa Nacional de la Cámara baja y le tocó ser quien, por el tricolor, fijara la posición de su bancada en la comparecencia de su amigo Genaro, en el ya lejano 24 de septiembre de 2009, durante la glosa del tercer informe de gobierno de Calderón.

LOS INICIOS. Según palabras del propio Vargas Fosado, él y Genaro García Luna fueron orejas en Chiapas durante el levantamiento del EZLN, en enero de 1994.

En una breve y complaciente participación aquel día, a pesar de su papel de legislador de oposición, Ardelio encontró espacio para soltarle lisonjas a García Luna.

Dijo que el informe presidencial y el de la Secretaría de Seguridad, en particular, “nos llevaría a concluir que disponemos de instituciones sólidas, recursos y marco jurídico suficiente para garantizar seguridad y certidumbre a la población. Evitar la impunidad, la corrupción y prevenir el delito. No pueden negarse los resultados obtenidos en el combate al crimen organizado”.

La relación de amistad y confianza del poblano y el hoy ex funcionario procesado en Estados Unidos, forjada a través de los años, le valió luego, en 2011, la recomendación para que Rafael Moreno Valle lo invitara a colaborar en su gobierno, a pesar de su militancia priista.

Vargas incluso debió pedir permiso a la dirigencia de su partido para ser el titular de Seguridad Pública estatal, en el primer gobierno de alternancia en la entidad.

La mano de García Luna y su alianza con el morenovallismo siguieron, incluso, a la salida, en abril de 2013, de Ardelio de la SSP para ir como titular del Instituto Nacional de Migración (INM) en el gobierno de Enrique Peña Nieto.

En su lugar quedó otro recomendado, Facundo Rosas Rosas —también con una trayectoria profesional supeditada a García Luna—, quien luego fue el responsable del operativo fallido en San Bernardino Chalchihuapan, en 2014, con la muerte de un niño.

Rosas dejó el cargo a la mitad del sexenio del panista Rafael Moreno Valle Rosas, en 2015, en medio de acusaciones de vínculos de él y sus subalternos con las bandas de huachicoleros, organizaciones criminales dedicadas a la extracción y comercialización de combustible robado a los ductos de Pemex.

En el caso siguen abiertas muchas dudas, sospechas y hasta hubo procesados entre los colaboradores cercanos de Facundo.

LA ENTREVISTA CON ARDELIO

En enero de 2011, a unos días de que asumiera la titularidad de Seguridad Pública, el entonces diputado federal priista Ardelio Vargas Fosado contó en primera persona a este reportero detalles de su trayectoria y su relación con Genaro García Luna, entre otras cosas.

El reportaje que se tituló “Ardelio, el informante, el oreja… el ejecutor”, de esa publicación que ya desapareció y que dirigió entonces el periodista Ignacio Juárez Galindo, aquí el apartado sobre el caso que hoy toma vigencia:

“Recuperando la memoria, con un viaje años atrás, el ex alcalde de Xicotepec de Juárez narra su frustrado intento de realizar una carrera militar; sólo estuvo algunos meses en el Heroico Colegio Militar, pero tuvo que dejarlo para cursar la educación media superior.

“Con disposición de sobra, con facilidad de palabra y buen ánimo, Ardelio Vargas describe su incursión desde muy joven en las labores de información para la Secretaría de Gobernación, cuando el titular era el legendario Fernando Gutiérrez Barrios. También se da tiempo para defender su amistad añeja y sólida, incubada en las labores del Cisen, con Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.

“La labor de dos años de investigación de Ardelio Vargas sobre el EZLN, sus áreas de influencia, los grupos de apoyo, los líderes y las fechas en que se preparaba el levantamiento, quedaron resumidos en las carpetas rojas —un informe amplio y detallado— que entregó en 1993 a los jefes del Cisen (…)

“En ese entonces, entre los jefes a quienes reportaba Ardelio Vargas estaba el entonces capitán de navío Wilfrido Robledo Madrid, hoy almirante y titular de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI).

“También, entre sus compañeros, sus iguales, estaba el hoy titular de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, quien es mi amigo, mi cuate. No es cierto que tenga problemas con él —ataja—. Somos compañeros desde siempre, nomás que no sé de dónde me inventaron que yo tenía problemas con él. Nos llamamos de manera permanente para las cuestiones familiares y profesionales”.

—¿Y él que dice de los problemas que les han inventado?

—Nos matamos de la risa… Nuestro trato es de amigos, ni siquiera de funcionarios”.